El crecimiento estimado para el último trimestre de 2018 fue revisado a la baja, de un 2,6% a 2,2%, informó el jueves el departamento de Comercio. El cálculo más bajo que lo estimado anteriormente no cambia el ritmo de expansión anual que se ubicó en 2,9% en 2018, frente a 2,2% en 2017, según los datos oficiales. Mientras que los expertos dicen que la economía está en buena forma y que el crecimiento lleva un ritmo sólido, Trump y su equipo económico han prometido que sus políticas comerciales agresivas, la desregulación y el recorte masivo de impuestos a fines de 2017, acelerarían el crecimiento al 3% o más. Lea también: ¿Qué tan cerca está el mundo de una crisis? Según el proyecto de presupuesto oficial, la expansión esperada del PIB es de 3,2% para este año. Pero con la desaceleración de China y Europa, y Reino Unido en puertas de un Brexit potencialmente dañino, Estados Unidos no recibirá mucha ayuda de la demanda extranjera.  La mayoría de los economistas, incluidos los del Fondo Monetario Internacional, han recortado los pronósticos de crecimiento de la primera economía global para 2019, y la Reserva Federal se ha comprometido a mantener la tasa de interés de referencia en el futuro cercano. Trump ha atacado a la Fed en varias oportunidades, culpándola por elevar las tasas y enfriar la expansión. En Twitter ha dicho que la Fed estaba "fuera de control", y representaba una amenaza más grande para la economía de Estados Unidos que China.  Pero los datos económicos muestran que la confianza empresarial, el gasto de los consumidores y la construcción de viviendas se han desacelerado en los últimos meses.  Aún así, los economistas están de acuerdo con la evaluación de la Fed de que Estados Unidos está en buena forma. "La desaceleración en el crecimiento del PIB habla claramente del final del impulso del recorte de impuestos, que no duraría por mucho tiempo", dijo Ian Shepherdson, de Pantheon Macroeconomics. Lea también: La Fed mantendrá política de tasas de interés ante desaceleración económica Chris Low, de FTN Financial, dijo que el crecimiento "fue más bajo de lo que se había informado originalmente, pero no fue débil". Según Low, un 2,2% fue "parejo con el curso de esta recuperación antes de 2017". "Punto de inflexión" Para Gregory Daco, de Oxford Economics, la economía de Estados Unidos ha alcanzado "un punto de inflexión", al marcar una desaceleración sustancial desde el alza de 4,2% que había mostrado en el segundo trimestre de 2018 y del 3,4% en el tercer trimestre.  El Departamento de Comercio señaló que la revisión del crecimiento del producto interno bruto (PIB) se produjo tras el uso de datos más exhaustivos para los cálculos finales para el trimestre octubre-diciembre. Una vez que se tuvieron en cuenta los gastos más bajos de los consumidores, los desembolsos de los gobiernos estatales y locales, y la inversión empresarial, la cifra final estuvo por debajo de lo previsto. Aunque las pequeñas revisiones en los datos suelen ser comunes, cuatro décimas representan un cambio inusualmente significativo.  Lea también: La creación de puestos de trabajo cae en febrero en EEUU Pese a ello, la marca anual se mantuvo. Por un lado, porque las importaciones, que restan crecimiento, también fueron revisadas a la baja en el período, en gran parte debido a la caída del costo del petróleo, que compensó algunos de los otros factores negativos.  Por otra parte, a principios de este mes, la cifra oficial de las ventas minoristas mostró una fuerte baja en diciembre, lo que impactó en el PIB. El descenso continuó a principios de este año.  La publicación de datos se retrasó debido al cierre de cinco semanas del gobierno entre diciembre y enero.