Gran parte del debate que se ha dado entorno a la Reforma Tributaria está centrado en la tasa que se aplica al impuesto a la renta a las empresas. No obstante Juan Ricardo Ortega, columnista de Dinero, indicó que es fundamental prestar especial atención a la base sobre la cual se aplica el impuesto. En Colombia actualmente las empresas pagan una tasa de 33% de impuesto de renta. Sin embargo, este impuesto no distingue ni la actividad que desarrollan las empresas, ni el tamaño de estas, ni los márgenes de ganancias de su actividad productiva. Esta universalidad en la aplicación de esta tasa impositiva hace que el golpe para las pequeñas y medianas empresas que generan la gran mayoría del empleo en el país sean muy fuertes, mientras que las grandes empresas algunas de las cuales generan externalidades negativas para el medio ambiente pagan muy poco con respecto al margen de ganancias y a las utilidades que generan.
Adicionalmente, en Colombia las grandes empresas mineras y petroleras tienen mayores facilidades para hacer deducciones por cuenta de gastos a la base sobre cual pagan el impuesto de renta. Por ejemplo, se les permite hacer descuentos por cuenta de las depreciaciones de las edificaciones y tierras, cuando en realidad estas no pierden valor alguno y por el contrario pueden valorizarse, mientras que las empresas más pequeñas no tienen grandes depreciaciones. Esto crea inequidad en el sistema y no fomenta el crecimiento económico ni el recaudo. En Inglaterra, cuando David Cameron se desempeñaba como primer ministro lograron aumentar el recaudo de manera significativa ¿Cuál fue la fórmula?Lo primero que hicieron fue bajar el impuesto de renta paulatinamente y durante prácticamente una década del 30% al 18%, y aunque desde muchos sectores calificaron esta medida como un golpe al recaudo que pondría en jaque la estabilidad fiscal, esto no sucedió y por el contrario, se recaudaron montos superiores, incluso, recauda el doble de Francia donde la tasa es del 33,3% . Como explica Ortega, esto no sucedió solo por la disminución en las tasas, sino por una depuración en los factores que determinan la base. En la depuración prohibieron aplicar a la base de tributación rubros que estuvieran relacionados con la depreciación de propiedades y edificios ya que estos no pierden valor. El único gasto que se puede incluir en esta materias es el de mantenimiento.
Desafortunadamente en Colombia se ha vuelto habitual que muchas empresas no reporten correctamente sus ingresos e inflen sus gastos, este tipo de prácticas de manipulación contable se ha normalizado y ello es así por la cantidad de deducciones y descuentos que pueden hacer las empresas. “Las mineras y petroleras tienen gabelas desproporcionadas y sus depreciaciones no son tan aceleradas”, explicó Ortega. Una medida que facilitará aumentar el recaudo es eliminar la reserva de las declaraciones de impuestas de personas jurídicas y fundaciones, también aumentar las penas para los evasores y por supuesto, poner suma atención a las deducciones de la base. Mientras no se tomen estas medidas se va a seguir afectando el emprendimiento y el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas. De aprobarse la reforma tributaria tal y como va, es muy difícil aumentar el recaudo, pues aunque se contempla una disminución gradual en la tasa de renta que es del 33% (del 32% en 2020, 31% en 2021 y de 30% a partir del 2022), no se le ha puesto atención a la base.
Según estimaciones de Fedesarrollo por cuenta de esta disminución, el recaudo por concepto de renta en porcentaje del PIB disminuirá -0,1% en 2020, -0,2% en 2021, y -0,3% a partir del 2022. Tal vez en esta ocasión, el remedio resulte peor que la enfermedad.