El país ha tenido que enfrentar demasiados problemas para poner en funcionamiento el famoso túnel de La Línea, que ahorrará tiempo y dinero a los viajeros de la ruta que conecta el centro y el occidente del país. En total, los usuarios de las obras se ahorrarán 20 kilómetros de recorrido, la mitad de ellos hacia la empinada cumbre a más de 3.300 metros de altura sobre el nivel del mar.

Sin embargo, la felicidad no será completa: el túnel solo servirá en una vía, para los que vengan desde el occidente hacia el centro del país. Los que vayan hacia Buenaventura desde Bogotá o Tolima, tendrán que seguir subiendo hasta la cumbre de la cordillera Central. Aún así, se trata de una obra importante, pues el túnel tiene una extensión de 8,5 kilómetros y estará acompañado de tres túneles cortos, 13,4 kilómetros de doble calzada y cinco viaductos.

El túnel entrará al servicio este 4 de septiembre y las autoridades tienen pensado entregar en abril del otro año un paquete adicional de obras que incluyen toda la doble calzada: 31 viaductos, tres intercambiadores viales y 25 túneles pequeños adicionales. El proceso ha sido bastante traumático, pues el contratista original, Carlos Collins, entró en litigio con la nación y demandó el pago de unas acreencias por obras realizadas. Este pleito tuvo un giro y ahora es la nación la que está demandando al constructor por más de 900.000 millones de pesos. La pregunta que queda ahora es cuándo va a tener Colombia un paso de doble vía por la cordillera y que signifique la solución definitiva al transporte entre estas dos importantes regiones del país.