El jueves en la noche, el Dane reveló que en octubre la inflación en el país fue del -0,06% para completar el sexto mes, aunque no consecutivo, de inflaciones negativas por cuenta del impacto de la pandemia. Además, la inflación anual llegó al 1,75%, casi la mitad del objetivo de largo plazo del Banco de la República, que es del 3%. Para Julio Romero, economista jefe de Investigaciones Económicas de Corficolombiana, septiembre “nos hizo pensar que ya había llegado al fondo porque tuvimos una primera variación positiva [desde el inicio de la pandemia], entonces estábamos esperando que la inflación no bajara, sino que se mantuviera o registrara un ligero incremento”. Sin embargo, como explicó el mismo director del Dane, Juan Daniel Oviedo, en octubre pesó un reajuste de la educación superior que se demoró, pues usualmente este se da entre agosto y septiembre, y que tuvo que darse a la baja dada la menor demanda por este servicio y la condición de educación virtual por la covid-19. Lea también: Inflación mensual de Colombia en octubre fue de -0,06% El otro factor que impulsó el reporte negativo de octubre para la inflación fue el segmento de alimentos, para el que, según Martha Elena Delgado, directora de Análisis Macro y Sectorial de Fedesarrollo, de todos modos “hay que tener en cuenta que, en la variación anual, alimentos ya contribuye de una manera positiva muy importante con un crecimiento del 3,5%; (así) la dinámica mensual que se está viendo es más bien la corrección de la variación mensual que se había visto a principio de año”. Agregó que “los precios de los alimentos habían aumentado demasiado y ya lo que vemos es una tendencia a la baja, a que se normalice un poco frente a lo que veíamos a comienzos de año, pero igual tiene un aporte positivo a la inflación anual, lo que significa que igual es un mercado que tiene precios más altos que el año pasado”. Para ambos expertos, también es importante vigilar las correcciones que están teniendo sectores como transporte; cultura y recreación; turismo, hoteles y restaurantes, y bienes y servicios varios, que por la pandemia cayeron al dejar de reportar actividad y poco a poco muestran recuperación. Sin embargo, advirtió Romero, estas cifras deben tomarse con cautela pues, por ejemplo, en el caso del transporte, no se puede diferenciar entre el incremento de precios por el mayor consumo y el incremento por la compensación que deben hacer los transportadores al llevar menos pasajeros para los mismos trayectos, con el fin de cumplir las normas de bioseguridad. Puede interesarle: ¿Cómo le puede afectar la inflación a su bolsillo? Delgado, por su parte, añadió que las variaciones positivas en estos grupos ya parecen más consolidadas. En lo que ambos coinciden es en que las presiones al alza en la inflación no se verán mientras la demanda del país no se normalice, dado que por ahora el país mantiene una brecha negativa del producto amplia, lo que significa que las empresas aún tienen mucha capacidad de producción, que no están utilizando debido al bajo consumo de los hogares. Esta brecha, que se cerraría para que la economía llegue a su nivel prepandemia hacia 2022, no permitirá que la inflación retorne a los niveles usuales antes de esa misma época.