El legítimo derecho de las minorías étnicas a pronunciarse sobre los proyectos, obras e iniciativas que los afecten, a través de mecanismos como las consultas previas, se ha tergiversado y manipulado convirtiéndose paradójicamente en una verdadero “palo en la rueda” para el desarrollo del país y las mismas comunidades. Por esto, la información que reveló hoy el Dane respecto a cuál es la población indígena que existe hoy en el país es tan relevante para comenzar a destrabar este espinoso tema.
1.905.617 personas se autoreconocen como indígenas según los resultados del Censo Nacional de Población y Vivienda del 2018. Esto representa un crecimiento de la población indígena en el país del 36,8% frente al Censo General del 2005 cuando se contabilizaron 1.392.623 indígenas. Esta cifra también significa que la participación de la población indígena en el total nacional es superior al 4,4%, un aumento de un punto porcentual frente a la participación en el censo anterior. El censo del 2018 identificó población de 115 pueblos indígenas nativos del territorio nacional, mientras que en el 2005 se identificaron 93. Los 22 pueblos adicionales corresponden a nuevos reconocimientos étnicos o pueblos indígenas de zonas fronterizas. Los pueblos indígenas en aislamiento voluntario con son los Jurumi, Passe y Yuri, no fueron censados. Este fuerte crecimiento de la población indígena no es explicable solamente por sus mayores niveles de fecundidad. El tamaño promedio de los hogares con jefatura indígena es mayor a que el resto de hogares a nivel nacional y el 26,9% de los mismos están conformados por 5 o más personas. De acuerdo con el análisis del Dane, la inclusión de nuevos individuos se explica no solamente por la mejor cobertura en territorios con predominancia indígena sino por el aumento del autorreconocimiento étnico indígena. Es decir, más personas dicen pertenecer a este tipo de comunidades. Una información bastante relevante para temas como las consultas previas. La población indígena también resultó ser más joven. El 60,4% (1.150.873 personas) de la población indígena está concentrada en el rango de 15 a 64 años; luego le sigue el rango entre 0 y 14 años con el 33,8% (644.433 personas), y de 65 años o más con 5,8% (110.311). La población indígena es más joven en departamentos con alta presencia de resguardos indígenas en zonas de difícil acceso: Arauca, Chocó, Magdalena, Vaupés, Vichada, Guainía. Mientras que la población indígena más envejecida se encuentra en departamentos de la región andina: Bogotá, Cundinamarca, Caldas, Santander, Tolima, Nariño. Los cuatro pueblos indígenas más numerosos del país son los Wayuu, Zenú, Nasa y Pastos, que concentran el 58,1% de la población indígena del país. Mientras que los tres departamentos con más población que se autorreconoce indígena en el CNPV 2018 son: La Guajira con 394.683 personas, Cauca con 308.455 personas y Nariño con 206.455 personas. El censo también arrojó información sobre cómo viven los indígenas y las fuertes brechas que aún persiste de esa población con el resto de la población. Por ejemplo, las viviendas con jefatura de hogar indígena tienen una cobertura de servicio de energía eléctrica del 66%, frente al 95% de la población total. Las brechas más importantes están en departamentos como Vichada, Boyacá, Chocó donde hay tasas de cobertura inferiores al 20% Las brechas en otros servicios como acueducto, gas, recolección de basuras e internet son mayores. En acueducto la cobertura en hogares indígenas llega al 41,4%, frente al 84,4% de la población total. En Chocó, Vichada, La Guajira y Guainía la cobertura es menor al 10% De los 1,9 millones que se autoreconocen como indígenas, el 41,1% tiene educación primaria, el 3% tiene prescolar y el 13,3% no tiene ningún nivel educativo. Solo el 1% tiene posgrado y un 7% posee educación universitaria. El 37% recibió educación secundaria y media. Con esto, la población indígena tiene un grado de analfabetismo mayor que el del promedio de la población.