Las reformas tributarias, como la ley de financiamiento y la ley de crecimiento no proponen soluciones de largo plazo  que garanticen estabilidad en el sistema y cambios estructurales,  solo atienden problemas coyunturales de corto plazo, advierte el profesor  de la Universidad  Nacional,  Jairo Orlando Villabona. Según el catedrático de la facultad de Ciencias Económicas, “esta reforma no mejora el sistema tributario colombiano, cuyas principales fallas siguen siendo tasas nominales bajas para las personas de mayores ingresos, alta evasión de impuestos, excesivos beneficios tributarios por intereses políticos, bajos impuestos para grandes latifundios y los mayores índices de corrupción e informalidad”. Dice el analista tributario, que “el caso más aberrante se presentó en la anterior Ley de financiamiento,  porque gran parte de los recursos se pretendían recaudar sobre la  base  de cobrar IVA a la canasta familiar,  lo que conllevó varias inconsistencias que terminaron por declararla inexequible”.

“Otra de las falencias en el sistema son los excesivos beneficios tributarios –más de 200– que se aplican sin análisis beneficio-costo, obtenidos por el lobby y los compromisos de las campañas políticas, como se ha demostrado en varias tesis de maestría del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales (Iepri),” agregó  Villabona. Nos recuerda el profesor de la Universidad Nacional, “que las principales fallas del sistema tributario en Colombia se relacionan con tasas nominales bajas para las personas de mayores ingresos, las cuales nunca han estado por encima del 32 % mientras que en los países desarrollados llegan hasta un 55 %, especialmente porque los dividendos no han pagado impuestos y en la última reforma se volvieron a bajar.” Para  Villabona “el impuesto a las herencias es regresivo, ya que todas pagan la misma tasa mientras en Japón y Corea, por ejemplo, para herencias altas se liquidan a tasas del 55 y 50 %, respectivamente.”  “La alta evasión de impuestos, sin cárcel efectiva y normas demasiado laxas, según las cuales, si la persona reconoce el hecho y paga, no tiene prisión. Los montos son “exageradamente altos para ser penalizados”, cuando debería ser sobre  al menos $500 millones”, considera  el profesor Jairo Orlando Villabona. Denuncia el docente que “grandes capitales y rentas no pagan impuestos en nuestro país, debido a que no existe un convenio de intercambio de información automático, con países como Panamá, en donde se afirma que más de una tercera parte de la inversión es colombiana”.

Desde su punto de vista del profesor Villabona, “lo mejor sería copiar los modelos que funcionan, con el fin de disminuir la inequidad y aumentar la baja carga fiscal para mejorar los programas de salud, educación, vivienda, cultura, infraestructura, investigación y tecnología”. “En el país los impuestos no cumplen su principal función, que es redistribuir los ingresos y la riqueza, pues el coeficiente de Gini permanece prácticamente igual, antes y después de impuestos,” sostiene el experto. Concluye que el sistema tributario en Colombia es tan deficiente, que para tener un sistema más progresivo y adecuado, el profesor Villabona sugiere incluso copiar las políticas tributarias de los países que integran la Ocde, organización a la cual ingresó Colombia.