Las restricciones de movilidad que implementaron la mayoría de países para contener la pandemia del coronavirus hizo que la demanda mundial de petróleo cayera, llevándose consigo los precios internacionales del crudo.  Fue tal el impacto de la pandemia y el descenso de los precios del combustible que el petróleo WTI, por primera vez en la historia, alcanzó a llegar a valores negativos en el primer semestre del año. Por su parte, el Brent alcanzó mínimos históricos al ubicarse por debajo de los US$20 por barril. Lea también: Las reservas de petróleo de Estados Unidos bajaron más de lo esperado Para hacer frente a los bajos precios, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) y sus aliados acordaron recortar la producción mundial de petróleo durante 2020. Esto, sumado a la lenta reactivación de la economía mundial, hizo que los precios subieran, aunque seguían por debajo de los US$50 por barril.  Las elecciones presidenciales en Estados Unidos y los avances en la vacuna contra el coronavirus llenaron de optimismo a los mercados internacionales y provocaron que los precios del petróleo volvieran a pasar la barrera de los US$50 por barril que, por momentos, parecía inalcanzable. El final del año estuvo marcado porque el Brent volvió a superar los US$50. De hecho, el barril terminó el 2020 al alza en US$51,72, mostrando un incremento de 0,17% en comparación con la jornada de este miércoles. Sin embargo, se compara con el inicio del año, el Brent cayó 24,21% pues había empezado el 2020 en US$68,25.  Lea también: Futuro de los precios del petróleo depende de las vacunas contra covid

Gráfica elaborada por Corficolombiana Una situación similar fue la que sufrió el WTI que cerró este jueves en US$48,45 por barril, 0,10% más que en la jornada anterior. En comparación con el inicio del año, el WTI bajó 10,79% pues había iniciado el 2020 en US$61,17 por barril. 

Gráfica elaborada por Corficolombiana Si la implementación de la vacuna contra el coronavirus logra ser exitosa en el mundo, se espera que en 2021 el turismo se recupere, haciendo que la demanda de petróleo aumente y eleve así los precios del combustible.