El decano de Economía de la EAFIT advirtió en Dinero al tablero que, por lo menos en el corto plazo, será difícil que el país vuelva a reportar tasas de crecimiento cercanas a 5%. Dado que ya se ha demostrado que el final de las cuarentenas no significa una reactivación completa e inmediata de la economía, Tamayo señaló que “el segundo semestre no va a ser el rebote que esperaban muchos y por lo tanto que permitiría que el PIB en el año no decrezca tanto”. En ese sentido, el producto nacional todavía presentaría una contracción en el tercer trimestre, aunque menor y más cercana a una variación de 0%, mientras que “para el resto del año unas variaciones positivas muy moderadas”. Ya en 2021, el economista espera un primer trimestre todavía débil y las tasas de crecimiento económico cercano a 2% o 3% no se verían antes de la segunda mitad o el final del año. Recomendado: Economía colombiana cayó 15,7% en segundo trimestre de 2020 “Para el próximo año, por más de que tengamos algunas herramientas para enfrentar la crisis de salud pública como una vacuna —de ahí se viene una campaña de vacunación masiva que va a tardar meses—, esto no es tan fácil y, mientras eso no suceda, la economía no se va a recuperar tan rápido como todos queremos”, advirtió el decano. En cuanto al comportamiento del segundo trimestre de 2020, Tamayo destacó que “todos los sectores insignia de la economía se desplomaron y, aunque es normal, preocupa que la inversión se contrajo el doble que el consumo, en algunos rubros de inversión incluso más: tanto la inversión residencial como la inversión en maquinaria cayeron 37%”. Y agregó que “eso es problemático porque a futuro reduce nuestras posibilidades de crecer a mediano plazo. Es normal que los agentes económicos traten de suavizar ese consumo en el tiempo, pero igual preocupa, porque si queremos volver a crecer cerca de 4% o 5% después de recuperarnos, se debe recuperar la inversión y esto debe ser una política pública”.

En cuanto al consumo de los hogares, que cayó cerca de 16% después de reportar en los trimestres anteriores unas tasas de crecimiento superiores a las del gasto del Gobierno, el decano señaló que “lo que más cayó fueron los bienes durables y semidurables, porque es normal que los hogares pospongan esos gastos grandes en vehículo, neveras, mientras se resuelve su situación laboral, la incertidumbre y demás”. Lea también: Fedesarrollo: analistas volvieron a reducir proyección del PIB de 2020 Para impulsar nuevamente este gasto, Tamayo destacó tres estrategias principales que podrían implementarse. La primera de ellas es que el Gobierno entre con “un paso más decidido” para apoyar a las empresas en la conservación del empleo, dado que esto le daría mayor confianza a los hogares y, por lo tanto, dinamizaría el consumo, lo que a su vez se reflejaría en una mejor dinámica económica. En segundo lugar, el economista sugirió facilitar actividades y gasto en áreas con menor riesgo de contagio del virus como aquellas al aire libre o el comercio electrónico, lo que significaría no imponer impuestos adicionales como se ha sugerido en Bogotá. En tercer lugar, Tamayo señaló que “debemos trabajar en la sensibilización de hábitos seguros, tanto de cuidado como de rastreo, para minimizar el contagio y reactivar más sectores productivos”. Puede interesarle: Contracción del PIB en América Latina será la más grande desde 1930