Esta información va a servir como el arsenal de datos con los que se definan las políticas públicas de los próximos años. Se destacan muchas tendencias. En primera instancia cabe destacar que mientras la población colombiana creció 6,5% entre 2005 y 2018, el número de hogares lo hizo a una tasa de 34,7% y el número de viviendas 38,4%. Esto muestra la transformación radical en el tipo de hogares que se están conformando en Colombia. Hoy se destacan, por ejemplo, hogares unipersonales, que son cada vez más, mientras que hace unas décadas, cada unidad estaba conformada por cuatro personas. Lea también: ¿Por qué le falló el cálculo poblacional al Dane? El director del Dane, Juan Daniel Ovideo, hizo énfasis en su presentación de las cifras, de lo que ha venido ocurriendo con las mujeres, que llegaron a representar 51,2% de la población. Además de ser mayoría, es claro que la mayor parte de ellas aplaza su decisión de ser madre mientras mayor grado de formación profesional tiene. Esto ha incidido en la reducción del índice de natalidad, que es uno de las tendencias que ha cambiado radicalmente la pirámide poblacional de Colombia. Hoy, por cada 100 jóvenes menores de 15 años hay 40 personas adultas. Un dato interesante: departamentos como el Quindío muestran una tendencia más aguda hacia una pirámide poblacional dominada por la tercera edad. Esto pone en evidencia que las decisiones de política para esta población deben enfocarse en esta distribución geográfica que revela el Censo. Las implicaciones de todas estas cifras arrojadas por la actividad censal de 2018 son enormes e inciden sobre las decisiones de política y las estrategias para enfrentar los desafíos que tiene el país. Lea también: Colombia envejece: ¿los venezolanos ayudarán a resolver el lío? Por ejemplo, es claro que Colombia tiene que avanzar mucho más en reducir las brechas de género, pues todavía, a pesar de que las mujeres representan la mayor parte de la población, su participación en el mercado laboral es reducida y enfrentar enormes brechas frente a los hombres. Igualmente, se registró un fenómeno interesante de migración interna que lleva a muchas personas a buscar mejores condiciones de vida en zonas donde haya bajos precios de la tierra y buenas fuentes de empleo. El Censo ratificó que Colombia ha tenido un avance importante en materia de cobertura de servicios públicos, que supera ya el indicador de 96%, aunque queda una tarea por hacer en el frente del servicio de gas, donde no alcanza aún a llegar a 70%, o en materia de acceso al Internet. Lea también: Colombia se ahorró cerca de $16.000 millones con el censo electrónico Las cifras del Censo de 2018 apenas se conocen y el país debe iniciar un debate sobre cuáles son las implicaciones de todos los datos que arrojó. Sin lugar a dudas es necesario revisar las prioridades de política, reenfocar las estrategias y definir mejor los destinos de los presupuestos que hoy dedica Colombia a satisfacer las necesidades de su población. El Censo de 2018 ofrece una arsenal de datos que va a resultar muy útil para que no solo el Gobierno Nacional, sino los gobiernos locales que van a ser elegidos en octubre próximo tomen mejores decisiones para enfrentar los desafíos que está enfrentando el país ahora mismo.