De nuevo vuelve el encierro. Los habitantes de las localidades de Suba, Engativá y Usaquén entrarán en cuarentena a partir de este martes a las cero horas.
Se trata de más de 3 millones de habitantes que representan el 42 % de la población distrital, ubicada en una zona en la que solo se podrá salir a realizar las actividades indispensables: las que adelantan unos pocos sectores de la economía, tras la cuarentena estricta anunciada por el alcalde encargado Luis Ernesto Gómez.
Las decisiones en detalle se tomarán este lunes, en una reunión que está prevista para las horas de la tarde. Pero desde ya se tiene claro que habrá fuertes restricciones en la movilidad de los que no son personal de salud, ni de la fuerza pública, y el ciudadano tendrá que limitarse solo a transitar en horarios específicos y a la realización de diligencias urgentes, como las de salud o la actividad física.
El comercio no esencial entra otra vez en la quietud y con él, la mayor parte del empleo.
Está de nuevo en juego la protección de las personas frente a la del empleo, que ya había empezado a recuperarse de forma lenta, tras la reactivación paulatina de la actividad.
La temporada llevó a aglomeraciones
Si bien estaba previsto que para esta época se diera el pido de una segunda ola en la pandemia, la temporada festiva de fin de año ayudó y se desbordó el límite. La ocupación de camas en Unidades de Cuidados Intensivos en Bogotá llegó este domingo al 77,6 %, lo que lleva a la administración distrital a establecer cuarenta estricta durante 14 días: hasta el 18 de enero.
El aumento de casos está por encima del 50 % de lo que se registró en diciembre, cuando se presentaron aglomeraciones en la capital por distintos motivos: compras de fin de año en San Victorino, focos de celebración masiva, como los de la final de fútbol con el partido entre América de Cali y el Independiente Santa Fe, para poner solo unos ejemplos.
¿Habrá subsidios?
Muchos son los interrogantes que tendrán que resolver los miembros del Gobierno distrital que participarán en la reunión de este lunes, pero, fundamentalmente, está el tema de los subsidios a la población vulnerable que vuelve al encierro y que, como en la etapa más cruda de la pandemia, quedó sin posibilidad de salir a trabajar.
El Presupuesto del Distrito para el 2021, aforado en 24 billones de pesos, fue aprobado por el Concejo de Bogotá, en diciembre pasado, en el que se establece un esquema de que ingreso mínimo a los hogares en condición de pobreza y vulnerabilidad, que garantizará transferencias monetarias, bonos canjeables por bienes y servicios o subsidios en especie. La distribución para el 2021, según lo establece el documento del Presupuesto, requiere definir mecanismos para dicho Esquema de Ingreso Mínimo Garantizado.
Por el momento, previo a la reunión definitoria que se realizará este lunes, el alcalde (E), Luis Ernesto Gómez, dijo en SEMANA que el 23 de diciembre se hicieron los últimos giros de subsidios previstos para el 2020.
Para el año que comienza, en esas localidades que entran en cuarentena “hay medidas adicionales de integración social en los barrios que lo requieren”, afirmó el funcionario.
La concejala Marisol Gómez, por su parte, expresó que el presupuesto aprobado en este estrado legislativo “no incluyó subsidios ante una eventual nueva cuarentena”.
Gómez agregó que lo que se incluyó fue un artículo que habla de “reordenar las ayudas que entrega el Distrito en una sola para convertirla en el ingreso mínimo garantizado para las familias más pobres y vulnerables en lo que resta de esta Alcaldía”.
Por esa razón, la concejala advirtió que “me temo que esa tarea no está lista y que va a tocar improvisar un subsidio para esta nueva cuarentena”.