La crisis de los paperos en Colombia, que son alrededor de 116.000 productores, la mayoría de los cuales son pequeños, pues el 80 por ciento tiene el producto sembrado en una sola hectárea, está tocando corazones y administraciones.
La Gobernación de Cundinamarca anunció que acompañará a los paperos de la región en este puente festivo, para que puedan vender en los puntos de peaje del departamento, por los cuales entrarán y saldrán cientos de viajeros en el segundo puente festivo de noviembre que se inicia este viernes 13 de noviembre.
Según confirmó la Gobernación de este departamento del país, funcionarios de esa administración permanecerán junto a los labriegos, en el ingreso y salida de los peajes, de manera que se propicie un gana-gana entre el vendedor y el consumidor.
Los agricultores podrán vender y los compradores, al adquirir el producto de manera directa también tendrán un beneficio.
Según Nicolás García, gobernador de Cundinamarca, desde las 6 de la mañana de este viernes, hasta las 10 de la noche del lunes festivo, la posibilidad está abierta para los paperos y ciudadanos compradores, en los peajes de:
- Peaje Siberia calle 80.
- Peaje Chusacá auto Sur
- Peaje Casablanca
- Vía Ubaté
- Peaje Albarracín
- Villapinzón-Centro Agro Industrial de la papa en VillaPinzón
- Peaje de Los Andes-Peaje El Roble vía Gachancipá
- Peaje Boquerón, Chipaque, Cundinamarca
- Peaje Calle 13
Motivos de la crisis
Hay que recordar que Dignidad agropecuaria, grupo de defensa de los trabajadores del campo, había hablado de una especie de 'cruzada’ que se llevaría a cabo este 13 de noviembre, en la cual harían una 'regalatón’ de papas en vez de perderla en los sitios de almacenamiento. La jornada sería simbólica, en protesta por la situación que tiene varios orígenes.
Por un lado, está el hecho de la crisis económica desatada por la situación sanitaria a la que condujo la pandemia por covid-19.
Los ciudadanos estuvieron y siguen ahora, con una considerable baja en el consumo de este tipo de alimentos. En parte, porque el confinamiento los llevó a quedarse en casa, de manera que, de acuerdo a los estimativos suministrados por Óscar Gutiérrez, de Dignidad agropecuaria, “el consumo se redujo entre un 30 y 40 por ciento”.
La producción de papa para abastecer las necesidades en Colombia es de 2′700.000 toneladas al año, de las cuales, entre el 6 y el 8 se industrializa. En la medida en que el consumo baja, la industria no demanda la papa para procesarla y empacarla para venderla congelada.
Los primeros que dieron un indicio de que los paperos estaban haciendo un llamado de auxilio fueron los agricultores boyacenses, quienes, durante el anterior puente festivo, salieron a las carreteras con bultos de papa al hombro. De una carga (dos bultos de 50 kilos cada uno) que normalmente vale 60 mil pesos, vendían hasta a 7.000 pesos el bulto, cuando ya veían venir la noche y seguían en la vía con su producto.
Ante la iniciativa lanzada por la Gobernación de Cundinamarca, de abrirles los peajes a los paperos de la región y hasta acompañarlos para promover la compra del producto, seguramente habrá más regiones que tomarán el mismo camino de solidaridad.