El proceso de negociación del salario mínimo para 2025 aún está en una fase temprana de desarrollo, según le dijo a SEMANA Fabio Arias, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), en una reciente entrevista. Arias adelantó que el escenario este año podría ser más complejo que en ocasiones anteriores, debido a la actitud que, en su opinión, están adoptando los empresarios.

En sus declaraciones, Arias explicó que, actualmente, la CUT y los demás miembros del Comando Nacional Unitario están en pleno proceso de preparación para las discusiones que tendrán lugar en la Comisión Nacional de Concertación. “Estamos ya adelantando seminarios y talleres no solamente en la CUT, sino con los demás miembros del Comando Nacional Unitario”, afirmó.

Este grupo representa la bancada sindical en la comisión y busca unificar criterios antes de que comience la etapa formal de negociación.

La actitud de los empresarios

Una de las principales preocupaciones que Arias expresó a SEMANA es la postura que podrían asumir los empresarios en la mesa de negociación este año. Según el presidente de la CUT, existe una fuerte posibilidad de que los empresarios eviten proponer un aumento concreto al salario mínimo, lo que dificultaría alcanzar un consenso antes del 15 de diciembre. “Antes del 15 de diciembre no nos ponemos de acuerdo”, aseguró.

Arias atribuye esta posible “renuencia” a la “radicalización de los empresarios”, quienes, según él, han mostrado una fuerte oposición al gobierno en espacios como la asamblea de Fenalco. “En la asamblea de Fenalco expresaron una fuerte oposición al gobierno”, mencionó.

Este escenario, en su opinión, sugiere que los empresarios preferirían no participar activamente en una concertación, con la esperanza de que el aumento se defina por decreto, lo que les permitiría “culpar al gobierno” de cualquier decisión tomada. “Sospecho yo, para echarle toda la responsabilidad al gobierno. Me imagino que esa va a ser la actitud que van a tener los empresarios”, agregó Arias.

Y agregó: “En los dos últimos años han estado así. Me imagino que este año van a estar todavía mucho más renuente para presentar una propuesta”.

De acuerdo con Fabio Arias, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, este año las negociaciones podrían ser más tensas y prolongadas que en ocasiones anteriores. (Imagen de referencia). | Foto: Getty images

La posición de los trabajadores

Por parte de los trabajadores, la CUT se encuentra preparando una propuesta que será llevada a la mesa de concertación una vez que se logre un consenso dentro del Comando Nacional Unitario. Sin embargo, Arias dejó claro que, en este momento, no es posible adelantar una cifra exacta del porcentaje de aumento que solicitarán. “No la sabemos (…) porque tenemos que negociar”, afirmó.

El proceso de negociación, según explicó, implica estudiar detenidamente las variables económicas presentadas tanto por el gobierno como por los empresarios, para luego establecer una propuesta unificada que será debatida en las reuniones de la comisión de concertación.

Arias espera que las reuniones de la Comisión Nacional de Concertación comiencen pronto y continúen hasta mediados de diciembre. Según dijo, es improbable que se llegue a un acuerdo antes del 15 de diciembre, debido a la complejidad de las discusiones y a la posible “falta de voluntad” de los empresarios para participar activamente en la negociación.

Para el presidente de la CUT, es improbable que se llegue a un acuerdo antes del 15 de diciembre. (Imagen de referencia). | Foto: Peter Dazeley

A pesar de estas dificultades, los trabajadores seguirán adelante con el proceso de concertación, buscando obtener un aumento que refleje las condiciones económicas actuales del país.

“La Comisión de Concertación tiene que reunirse para aprobar el cronograma de las actividades y las actividades que vamos a utilizar este año”, aclaró. Esto incluye la presentación de informes clave por parte de entidades gubernamentales como el Ministerio de Hacienda, el Ministerio de Comercio, el Dane y el Banco de la República.

La incertidumbre sobre el aumento del salario mínimo para 2025 sigue siendo alta, y todo apunta a que las negociaciones de este año podrían ser más tensas y prolongadas que en ocasiones anteriores.