En un primer encuentro entre los representantes del gobierno de Gustavo Petro con las comisiones económicas del Congreso de la República, para iniciar el trámite del proyecto de ley de Presupuesto para 2025, aforado en 523 billones de pesos, el ruedo se llenó de tensión.
Luego de las sustentaciones por parte del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla y del director de Planeación Nacional, Alexander López, quienes mostraron el panorama de las cuentas del Estado para el próximo año, varios parlamentarios de distintas bancadas, que hacen parte de las comisiones que estudian y debaten el financiamiento del Estado, tuvieron que hacer una primera votación dentro del trámite del proyecto de ley de la carta financiera para el próximo año.
Se trataba de una propuesta que se veía venir: la que solicitó que el proyecto de presupuesto fuera devuelto al Ministerio de Hacienda, para que le realizara los ajustes del caso, pues los firmantes de la mencionada proposición estimaron que “no se ajustaba a los preceptos de la Ley Orgánica de Presupuesto”.
La proposición, que se sustentó en el artículo 114 de la Ley 5a, fue justificada con el contexto de la actividad económica de Colombia, entre otros argumentos. El hecho de que la economía siga dando débiles resultados, como el del primer trimestre de este año (el del segundo trimestre se conocerá este 15 de agosto), y que la inflación, aunque ha bajado, tiene alto riesgo de que se estabilice y no continúe su descenso, es parte de los que preocupa a quienes no ven con buenos ojos que se contemple un monto que consideran alto y que tiene entre sus cuentas los recursos que provendrían de una reforma tributaria de la que aún no se conoce el contenido.
Los firmantes de la propuesta, entre quienes estaban, Katherine Miranda; Carlos Cuenca, Miguel Uribe, Enrique Cabrales y Antonio Zabaraín, entre otros, sustentaron que el proyecto de presupuesto en 2025 no cumplía con los principios de coherencia macroeconómica y planificación.
La disolución del quórum
Las intervenciones que se dieron en el debate al proyecto de presupuesto 2025 sonaron duro, al punto que la senadora Aída Abella salió a disculparse con los funcionarios del Ejecutivo, pues a su juicio, “a veces los maltratan en el Congreso”. Se refería al gerente del Banco de la República, de quien se dijo en el recinto que “se esperaba algo más contundente” de su concepto sobre el presupuesto. También le lanzaron ‘piedras’ verbales al director de Planeación Nacional, por las cifras que presentó y el mensaje de preocupación que envió, cuando estaba en el ambiente la intención de devolver el proyecto de ley.
Lo cierto es que, a medida que avanzaba el debate, la tensión iba subiendo. En vista de las varias intervenciones que pedían la devolución del Presupuesto 2025 al Ministerio, para que no contara con la plata de una reforma tributaria que aún no se sabe cómo saldrá y que a juicio de muchos, no tendría el ambiente necesario para su aprobación en el Legislativo, empezaron las puyas de la oposición. Mencionaban una estrategia que estaría avanzando, para disolver el quórum, teniendo en cuenta que el plazo de las comisiones económicas, para devolver el proyecto, vencía el 15 de agosto.
Finalmente, el quórum se desbarató. Al corroborar la lista de asistentes y verificar que en la primera de las 4 comisiones que deben ser parte del estudio y votación del Presupuesto no había la mitad más uno, se habló de inmediato de levantar la sesión.
Pero la jornada continuó y se pidió la votación de todos los que estaban presentes. La cuarta de Cámara, por ejemplo, registró 9 votos por el sí al hundimiento y 2 por el no, pero no se completaba el quórum. Y la situación se repitió en 3 de las 4 comisiones.
De esa manera, el proyecto de ley seguirá su curso y se someterá ahora al reto de obtener el aval de las comisiones económicas sobre el monto de la carta financiera 2025, lo que tendrá que decidirse antes del 15 de septiembre.