Este miércoles el presidente Iván Duque estuvo en el departamento de Bolívar y en su recorrido hizo una visita de un par de horas a la granja solar que la firma Celsia —filial del Grupo Argos— construyó en el municipio de Santa Rosa de Lima y que empezó a entregar energía al Sistema Interconectado Nacional (SIN) en noviembre de 2018, aunque fue inaugurada este miércoles.El mandatario aprovechó para destacar la apuesta de su gobierno “por las energías creativas, las energías innovadoras, y las energías que, inclusive, contemplan capacidades de almacenamiento”, sin dejar dejar de de lado el impulso a la ‘economía naranja’, uno de los pilares de su administración.Más información: Estas son las energías renovables no convencionales“Mientras otros países han destruido la iniciativa privada, aquí la impulsamos. Mientras otros países destruyen el capital energético, aquí lo multiplicamos. Y mientras otros países creen que la pobreza se reduce por decreto y conducen a la población al pan para hoy y hambre para mañana, aquí lo que estamos demostrando es que Colombia es el país del futuro en América Latina”, recalcó el jefe de Estado en su intervención.Ello, en clara referencia al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela a menos de 15 días del espinoso episodio en la zona fronteriza de Cúcuta, desde donde se intentó ingresar infructuosamente al país vecino medicamentos y alimentos. Algunas toneladas de estos donativos resultaron incineradas en medio de fuertes enfrentamientos entre manifestantes venezolanos y la Guardia Nacional Bolivariana y en el marco del “cerco diplomático” con el que varios países, entre ellos Estados Unidos y Colombia, presionan para que Maduro deje el poder.Duque —según una comunicación de la Casa de Nariño— aseveró que iniciativas como la de esta granja solar evitará la emisión de más de 170.000 toneladas de CO2 durante 30 años, son la muestra de que las “transformaciones energéticas se deben dar en una feliz alianza del sector público y el sector privado”.

La entrada en operación de la granja contrasta con la crisis de Hidroituango que aún oscurece el panorama energético del país. El proyecto, que se planteaba para que entrara en operación a fines de 2018 con una generación de 24.000 MW, que se estima es el 17% del consumo nacional, ha presentado sucesivos inconvenientes que amenazan con hacer más costosa la electricidad para industrias, comercio y residencias.Le recomendamos: Subasta de energía: ¿llegó la luz?El proyectoJunto con la granja de Bolívar, Celsia opera una más en Yumbo (Valle) y otra en la provincia de Coclé, en Panamá. La planta solar de Santa Rosa, de 8,06 MW, si bien fue encendida en noviembre pasado e inició su entrega de energía, solo hasta febrero fue declarada en operación comercial.El proyecto fue ejecutado a través de Epsa, con una inversión aproximada de 8 millones de dólares y financiada con recursos provenientes de la reciente emisión de bonos verdes que realizó la compañía y se hizo uso de los beneficios tributarios otorgados por la Ley 1715, a través de la cual el gobierno promueve el desarrollo de proyectos de energía renovable no convencionales.

Para su construcción se requirieron siete meses de trabajo, 12 hectáreas y cerca de 32.000 paneles solares, que se estima generarán 15.542 MWh al año, que corresponde a la energía que consumen unas 7.400 familias.Infografía: Historia de las energías renovablesEn su momento, Ricardo Sierra, líder de Celsia, manifestó que Celsia sigue avanzando “para obtener 250 MW de energía fotovoltaica en Colombia y Centroamérica. Con esta planta alcanzamos 27 MW de generación fotovoltaica, entre granjas, pisos y techos solares”. La empresa planea levantar mas granjas en Cesar, Santander y Tolima, así como en Honduras.