Todos los sectores durante la pandemia recibieron un duro golpe. Obviamente, la comercialización de llantas en Colombia también. Si durante un año normal se comercializan cerca de 6,7 millones de llantas, se espera que este año ese indicador escasamente llegue a la mitad y que se recupere el nivel previo a la pandemia hasta después de 2021.
El gerente general de Continental, Juan Carlos Rosado, da testimonio del impacto para esta compañía, una de las más importantes del sector.
“Ha sido un año muy duro para el sector. Los vehículos de turismo y las camionetas han estado prácticamente detenidos. Los vehículos pesados seguían moviéndose, pero a pesar de ello no se compensó y por eso hay caídas importantes”, dijo.
El esfuerzo en el sector para mantener los puestos de trabajo y las operaciones es alto. “Las cifras este año van a estar muy apretadas. Los centros de servicio nuestros requieren de activos fijos que siguen generando costos y hemos hecho un esfuerzo para mantener la nómina”, explicó.
La importación de llantas, la mayor parte de este mercado, alcanza un nivel cercano a los 5 millones de unidades al año. Solo Continental logró el año pasado traer al país unas 420.000.
Según Rosado, para este año se espera que el mercado se reduzca a la mitad. Para 2021 están esperando un nivel de unidades de 350.000 para esta compañía, con lo que la posibilidad de recuperar los niveles previos a la pandemia queda para 2022.
Aún así, las compañías no han parado de impulsar nuevos lanzamientos. Han venido poniendo nuevos productos para varios de los segmentos a los que llegan. La compañía ofrece llantas para vehículos livianos y pesados, así como para bicicletas y motos. Acaba de lanzar una nueva llanta (CrossContact LX25), que busca ofrecer un mejor producto para terrenos como los de Colombia.
La mayor porción de su portafolio corresponde a los vehículos pesados, turismo y livianos que corresponden a cerca del 90 % de sus ventas, mientras que bicicletas, motos y llantas especiales son el resto.
El resto del sector
Jesús Rojas, director del comité de llantas de la ANDI, explicó que este ha sido uno de los sectores más golpeados, de lejos.
“El año pasado, de enero a agosto se importaron 3.497.000 llantas de automóvil. Si comparamos ese periodo con el mismo de 2020, la importación ha sido de 1.288.000. Se ha importado menos de la mitad este año. La caída es del 63 %”, explicó.
El mercado de llantas está dominado en 80 % por la importación. En el país solo hay un productor local, Goodyear.
Para Rojas, un tema sensible es el del contrabando que está afectando a toda la industria. Se trata de contrabando técnico: muchas personas deciden importar llantas prémium de camión y bus, pero haciéndolas pasar como llantas “fuera de carretera” (empleadas en labores mineras o industriales) o como llantas agrícolas. Este tipo de llantas está o exento de IVA o de arancel, así que esto aumenta los registros de evasión en el país.
“Pero el contrabando técnico tiene además un impacto ambiental considerable. La normativa establece unas metas de recolección: en las llantas de bus y camión se debe recoger 60 % de lo que pones en venta. Si se trata de llantas fuera de carretera o agrícolas, la recolección es 25 %. Así que ahora mismo, por cuenta del contrabando técnico, se están recolectando menos unidades y eso tiene impacto ambiental”, explicó.
A esto se suma el problema de que el contrabando les abre campo a llantas que no cumplen con los reglamentos técnicos y eso deriva en problemas de seguridad vial.
Según Rojas, Colombia ya no aplica medidas antidumping contra las llantas chinas, lo que ha hecho que el mercado colombiano se inunde de productos provenientes de ese país.
“Este sector se ha visto afectado por la tasa de cambio, por la muy alta reducción de vehículos nuevos y la no presencialidad del trabajo que ha ido disminuyendo viajes de vehículos, reduciendo la demanda por llantas”, explicó el dirigente gremial.