Pese a que durante años se ha anunciado el final del uso del efectivo y en muchos países se ha desincentivado el uso del mismo, la realidad es que el crecimiento de los medios de pago electrónicos ha llevado un ritmo menor al que lo hacen los pagos y por lo tanto el efectivo sigue siendo el medio preferido en el mundo.
Fuente: Prosegur EspañaEn Colombia, durante el 2016 el mayor monto de operaciones financieras se hizo en oficinas con un total de $3.323 billones, pero por número de operaciones el primer lugar se lo llevó internet con 2.295 millones de transacciones.Recomendado: Sistema financiero cerró 2016 con $7.056 billones en operacionesPara el director de Innovación y Productividad de Prosegur España, Luis Oro, “realmente al día de hoy, como decía el Banco de España, es el único medio de pago instantáneo, yo te doy un billete y al momento ese pago es tuyo”.El director agregó que además, el efectivo cuenta con el respaldo y la confianza del Gobierno, mientras que los pagos electrónicos dependen de la solvencia del pago al cual pertenece la cuenta de crédito, corriente o ahorros. A esto debe sumarse que “por cada billete que emite el Gobierno, es menos deuda que debe emitir. En Europa el uso del efectivo es el 10% del PIB así que si prohibimos el uso del efectivo, todo el mundo va a ir al Banco Central y en ese mismo momento el Gobierno va a tener que emitir deuda por el 10% del PIB, eso es una crisis muy grande”.Alrededor del efectivo se mueven varios mitos. Uno de ellos es su aporte a la economía informal y el fraude fiscal. Sin embargo, Oro explica que “el fraude fiscal sucede independientemente del medio de pago, hay muchas maneras de cometer fraude fiscal y el que está de moda ahora es el bitcoin. Es muy simple, si yo quiero hacer un pago no lícito a alguien, pues jugamos poker online y me dejo ganar, maneras de fraude fiscal hay muchas”.Otro método, como lo demostró el más reciente ataque cibernético global, es el conocido bitcoin, pues la moneda virtual se puede mover muy rápido y poniendo muchas cadenas intermedias que hacen que para las autoridades sea muy difícil de trazar y para monetizarlo hay unos cuantos mercados como acciones o futuros de petróleo que luego pueden convertirse en monedas duras mediante un país que sea paraíso fiscal.Puede interesarle: Así ve el superintendente financiero a su sectorDe acuerdo con un estudio del Observatorio sobre las tendencias del uso del efectivo vs. otros medios de pago, hay una correlación de apenas 0,02% entre el uso del efectivo y la llamada economía sumergida, por lo que Oro advierte que “si eliminas el efectivo, no vas a eliminar el fraude fiscal”.Otro mito es la eficiencia de los pagos en efectivo. “Pero la verdad es que para el comercio, el efectivo es más barato que una tarjeta de crédito”, advierte el director.En España, por ejemplo, para el comercio el costo de transporte de valores y su consignación en cuentas corrientes o de ahorros es inferior al 0,2%. Pero la comisión por pagos con tarjeta débito es de 0,5% y con tarjeta de crédito es de 1%.Pero “en el otro lado de la moneda tienes a todos aquellos para los que el efectivo es un costo mientras que la tarjeta de crédito es un negocio entonces claramente para ellos el efectivo no es muy eficiente”, añade Oro.Sin embargo, para el director la inclusión financiera es fundamental y a Colombia le falta precisamente eso: bancarización. Porque “sin bancarización la verdad es que es muy difícil crear un hábito sano de ahorro mínimo para evitar problemas financieros futuros”, además “la inclusión financiera debe incluir que tengas una cuenta corriente a unos costos razonables y con unos servicios incluidos entre los que debe estar el uso de efectivo”.Oro señala que cada Gobierno debe garantizar que el efectivo y los medios electrónicos compitan y “si los medios de pago electrónicos llegan a ser más eficientes y el efectivo más caro pues los consumidores dejarán de usarlo o si los comercios se convencen de que para sus usuarios es mucho más eficiente usar las tarjetas pues lo harán y desaparecerá el efectivo y que esto venga por competencia pero no por prohibición porque si tú quitas a un competidor, el otro sube precios”.Lea también: Los municipios más afectados por el conflicto crecen con microcrédito