Un acuerdo nuclear definitivo entre Irán y las seis grandes potencias de la coalición negociadora (Estados Unidos, China, Francia, Reino Unido, Rusia y Alemania) tendría efectos notables sobre el mercado del petróleo. Si se eliminan las sanciones económicas a Irán –base del acuerdo- este país volvería a vender su crudo al mundo, lo que aumentaría la oferta y deprimiría aún más los precios. El país persa exportaba en 2012 alrededor de 2,5 millones de barriles por día, pero tras las sanciones económicas esa cifra se redujo a cerca de un millón. La Agencia Internacional de Energía (AIE) estima que si se eliminan las sanciones Irán estaría en capacidad de producir por lo menos 700.000 barriles más al día en 2016. A ello se suma que tiene almacenados 30 millones de barriles. Esta mayor oferta implicaría una baja en los precios entre 5 y 15 dólares a finales del año entrante, según la AIE. A estos anuncios se sumó Arabia Saudita, el cual abastece un poco más del 10 por ciento de la demanda mundial, que logró una producción histórica de 10,3 millones de barriles diarios. Estados Unidos, por su parte, ya alcanzó los 9,4 millones de barriles diarios, con lo que ejerce una mayor presión sobre la oferta mundial. La semana pasada el barril de la referencia WTI cayó a 50,42 dólares y el Brent a 55,55 dólares. Mientras tanto, algunas petroleras se preparan para hacerle frente al complicado panorama mundial en su sector. La multinacional Royal Dutch Shell anunció su intención de adquirir por 70.000 millones de dólares a BG Group, con lo cual aumentará sus reservas y producción en 25 y 20 por ciento, respectivamente