Las miles de vidas perdidas a causa de esta pandemia, las familias desarticuladas y enfrentadas a situaciones económicas y sociales complejas, y la tragedia que enlutó a Tasajera, Magdalena, por la explosión de un camión cisterna cargado con gasolina son los temas que más han conmovido este año a Eric Flesch, presidente de Promigás.

En el caso de Tasajera, tras las desgarradoras consecuencias de la tragedia, la compañía entregó más de 300 ayudas humanitarias en forma de mercados y brindó apoyo psicosocial a 82 familias afectadas. La asistencia se destinó principalmente a mujeres que se convirtieron de un día para otro en cabeza de familia al perder a sus parejas o hijos.

Pero no todas han sido malas noticias en este complejo 2020, un año lleno de dificultades. La empresa sorteó enormes desafíos, desde garantizar la sostenibilidad de los negocios hasta prepararse para conocer sobre temas epidemiológicos y adaptarse a esta realidad.

Solo en el caso de sus colaboradores, Promigás le apostó al autocuidado, con una estrategia de manejo integral de salud y trabajo en casa, que permitió que el porcentaje de contagios de los colaboradores directos sea solo del 5,5 por ciento. La compañía no paró ni un solo día, en buena medida, porque forma parte del negocio de transporte y distribución de gas, un servicio público esencial.

Eso sí, fortaleció su conectividad con el uso de herramientas digitales y metodologías de trabajo para garantizar la operación. Así, logró que 60 por ciento de los colaboradores trabajen de forma remota.

Esto se tradujo en buenos resultados. Al cierre del tercer trimestre, la compañía registró una utilidad neta acumulada de 636.570 millones de pesos, que confirma un cumplimiento del 98 por ciento del presupuesto y un aumento frente a 2019. Una hazaña en un año tan difícil.

Como si fuera poco, Promigás colocó bonos ordinarios por 599.999 millones de pesos en el mercado local y con las tasas finales más bajas en emisiones realizadas en Colombia en 2020. Y protagonizó la reapertura de una emisión de bonos internacional por 120 millones de dólares, demandada más de ocho veces, con tasas más bajas que las de 2019.

“Estas reflejan la confianza de los mercados en nuestro desempeño”, dice Flesch, quien aclara que los recursos se usarán para refinanciar créditos empleados en las expansiones en Colombia y Perú.

Su compromiso social también fue puesto a prueba. Pero lo superó con creces, convirtiéndose en una de las empresas con donaciones más altas: 22.000 millones de pesos. Estas incluyeron más de 122.000 ayudas humanitarias en la región Caribe y los departamentos de Antioquia, Santander, Valle del Cauca y Cauca, así como los territorios donde operan en Perú. Un buen vecino.