Aunque este año comenzó con una tasa de cambio de 3.000 pesos por dólar, rápidamente el precio de la divisa estadounidense descendió, y durante varios meses se mantuvo por debajo de ese nivel. Por eso, ha sido noticia el hecho de que, en las últimas semanas, el dólar haya vuelto a tomar carrera ascendente, incluso, en una jornada llegó a los 3.106 pesos, la máxima cotización de 2017.Factores externos y locales explican este movimiento en el mercado cambiario. Entre los primeros están la caída en los precios internacionales del petróleo y el aumento en las tasas de interés de la Reserva Federal (FED) de Estados Unidos.En cuanto al petróleo, a principios de año los pronósticos indicaban que el precio podría oscilar entre 60 y 70 dólares el barril, y aunque durante un buen tiempo estuvo por encima de los 50 dólares, en las últimas semanas se descolgó y algunos expertos ven el barril en el rango de los 40 dólares. Y como se sabe en el mercado internacional, la relación dólar-petróleo es muy fuerte.Puede leer: La mayor lotería de Estados Unidos en manos colombianasPor otro lado, ante un entorno más favorable en los países desarrollados, los principales bancos centrales de Europa han empezado a aumentar sus tasas de interés al igual que la FED, que anunció que seguirá con alzas graduales. Esto ha motivado a que muchos capitales salgan a buscar mejores rendimientos y liquiden sus posiciones en los emergentes, provocando caída en las tasas de cambio.Al mismo tiempo, en Colombia el Banco de la República ha recortado drásticamente su tasa de intervención para tratar de darle un impulso a la debilitada economía. Con esto, el diferencial entre la tasa de interés internacional y la nacional ha disminuido considerablemente. Esto es importante en el análisis, pues los inversionistas internacionales se han convertido en una de las mayores fuentes de divisas de Colombia ante el aumento de su participación en el mercado de la deuda pública. Hoy los fondos extranjeros tienen alrededor del 23 por ciento de los títulos de deuda pública (TES). Sus movimientos son cada vez más importantes para el rumbo del dólar. De hecho, la devaluación del peso colombiano, en las últimas semanas, podría explicarse por la liquidación de posiciones por parte de estos fondos, probablemente tomando utilidades.Le sugerimos: Tasas de interés: Al ritmo de la FEDPor supuesto, los exportadores están felices con el rumbo que ha tomado el dólar, pero se preguntan si continuará la dicha. La respuesta no es sencilla, sin embargo, hay quienes pronostican que la divisa estadounidense podría estacionarse por encima de los 3.000 pesos.En el frente local influirán los desafíos fiscales, un tema que inquieta a los agentes del mercado. La publicación del marco fiscal de mediano plazo preocupó a muchos, al igual que la advertencia de agencias calificadoras como Fitch.Para algunos analistas la relación del dólar con el precio del petróleo, aunque seguirá siendo importante, lo será cada vez menos, y sostienen que el rumbo de la divisa dependerá más de los flujos de capitales de los inversionistas internacionales, ante las movidas de las tasas de interés internacionales y de las perspectivas fiscales del país.Los pronósticos están más inclinados a que el dólar siga subiendo. “Los 3.000 pesos por dólar se han convertido en el nuevo piso para la tasa de cambio”, afirma Juan Pablo Espinosa, director de Investigaciones de BancolombiaEn promedio, los analistas están esperando, para fin de año, un precio de 3.040 pesos e incluso creen que los próximos dos o tres años serán de dólar fuerte. Para el analista Felipe Campos de Alianza Valores, si se presenta un petróleo más débil –ante un fracaso en la reunión de la Opep del próximo 24 de julio– y la FED acelera la subida de sus tasas, al tiempo que el Banco de la República reduce las suyas en Colombia, no sería raro ver el dólar en 3.200 pesos. Por ahora, la devaluación en lo corrido de 2017 va en 1,7 por ciento, y como se sabe, pronosticar el precio del dólar es como mirar en una bola de cristal.