Las múltiples aristas que tiene en Colombia el sector energético, para que el país siga teniendo autonomía para el abastecimiento, sin que ese servicio básico se vuelva un dolor de cabeza para los hogares, por los altos costos, fueron abordadas en el seminario adelantado por el centro de pensamiento económico Anif, en el que participó la exministra de Minas María Fernanda Suárez, quien puso en el debate el tema del fracking, quien salió en defensa de esa técnica extractiva de hidrocarburos que ha sido satanizada en esta nación.
Por el contrario, Suárez afirma que el fracking no está prohibido en Colombia, pues el proyecto de ley que así lo buscaba fue hundido, sería una de las herramientas útiles para enfrentar los problemas de energía y de pobreza.
Varias de las voces que sonaron en el espacio en el que se hizo una revisión exhaustiva del sector energético en los dos últimos años, se pusieron del lado de la exministra de Minas, quien al ser preguntada por la economista Carolina Soto, que hizo las veces de moderadora del panel energético, sobre lo que haría si en estos momentos fuera la titular de esa cartera, señaló en primer lugar que no conduciría la transición energética en Colombia “como si estuviéramos en un país europeo”. En ese contexto, puso en el debate un estudio de McKinsey & Company, según el cual, mientras un país como Estados Unidos necesita 3 puntos del PIB para invertir en abordar el problema del cambio climático y solo 1 % del PIB para superar la pobreza, esa relación en los países de América Latina es de 4 puntos del PIB para cambio climático y 7 puntos del PIB para la pobreza.
Al decir de la exministra, naciones como Colombia deben definir “cuál es el bien máximo que estamos buscando”, y que, según ella, debe ser “que los colombianos sean menos pobres”.
La transición energética que requerimos
La exministra de Minas puso los puntos sobre las íes de varios de los temas energéticos que preocupan a los colombianos. En primer lugar, y ante varios congresistas que hacían parte del panel, señaló que si ella estuviera ahora en el círculo que toma las decisiones alrededor del sector, su primer punto en la agenda sería el de quitar del horizonte la idea de modificar las Leyes 142 y 143 (de servicios públicos) que, a su juicio, le han servido mucho al país en 30 años y fue enfática en señalar que hay energéticos que deben seguir, en medio de la transición energética, lo que no quiere decir que se esté en contra del medioambiente.
Así, manifestó que “el país se equivoca al decirle No al fracking”, como se ha hecho hasta ahora, pues no se puede desconocer la realidad del sector, según la cual estamos ante el riesgo de escasez de energía, de pérdida de la soberanía energética y, en consecuencia, de llegar a que las familias tengan que pagar servicios más costosos.
María Fernanda Suárez expresó que es imperativo ver con claridad cuáles podrían ser las consecuencias de las decisiones que se tomen hoy, ya que, “se han tomado decisiones de dejar de explorar, de parar los pilotos de fracking”, por lo que enfatizó en que “se debe hacer una política de transición energética para Colombia y no para un país de Europa”.