Alberto Carrasquilla ha seguido la tradición de todos los ministros de Hacienda. Convertirse en los más impopulares del gabinete. En las primeras semanas de gobierno del presidente Iván Duque, el hombre encargado de manejar la chequera se ha llevado la antipatía de los ciudadanos por los anuncios hechos en materia de economía. Lleva días anunciando una reforma tributaria, y la sensación es que como muchos de sus antecesores, advierte tiempos de apretarse el cinturón. En el Congreso de la Andi, hace dos semanas que el ministro afirmó que el sistema tributario debía hacer una transición al de otros países como Estados Unidos, donde las empresas pagan menos impuestos que las personas naturales.
“En Estados Unidos, el impuesto de renta es aportado en un 85 por ciento por las personas naturales y en un 15 por ciento por las empresas, mientras que en Colombia pasa lo contrario”, explicó Carrasquilla que dijo que Colombia debería tomar esta dirección. Le recomendamos: IVA para toda la canasta familiar, plantea el ministro de Hacienda En esta semana, Carrasquilla volvió a referirse a la reforma tributaria y más específicamente al Impuesto de Valor Agregado (IVA). Según el jefe de la cartera se debería gravar con IVA toda la canasta familiar y establecer un mecanismo de devolución para los colombianos más pobres. Estas medidas que no estaban en las cuentas ni de quienes escogieron a Iván Duque, que como candidato presidencial prometía no subir impuestos. En lo relacionado al IVA, el entonces candidato del Centro Democrático se refirió al tema en el debate del Pacífico y manifestó que inclusive podría bajar el IVA en su gobierno.
“Lo que Colombia necesita ahora es una reforma a la administración pública, una reforma del gasto que elimine gastos innecesarios, enfrentar la corrupción y la evasión, generar los ahorros que nos permitan también inclusive bajar el IVA… ¡Tomemos decisiones! Pero dejar una reforma tributaria que acabó empobreciendo al pueblo colombiano con un IVA del 19 por ciento, uno de los más altos de América Latina, incentivando el contrabando y afectando al comercio, es claramente negativo. Sergio (Fajardo) ha dicho públicamente que él no va a bajar impuestos. Yo sí quiero hacer la reforma fiscal que nos permita bajar impuestos, para que esta economía se recupere”, fueron las palabras de Duque en campaña.
Otra de las medidas que criticó Duque en campaña y en su periodo como senador fue el aumento del IVA del 16 al 19% que se ejecutó durante el gobierno de Juan Manuel Santos. De acuerdo al actual presidente ese fue el centro de la anterior reforma tributaria y criticó que estos cambios afectaban productos como los electrodomésticos, productos de aseo personal y limpieza del hogar, “algo que todos necesitan”.
Una crítica que no concuerda con las medidas de las que habla Carrasquilla pues los productos que pertenecen a la canasta familiar son los más básicos como el arroz, el pan, las carnes (res, cerdo y pollo), los huevos, la leche, la sal y la panela, en cuanto a los alimentos se refiere. Le puede interesar: El 85% de los recursos lo deberán aportar personas naturales y el 15% las empresas: Minhacienda Además entrarían otros gastos primordiales como los servicios públicos: gas, energía eléctrica y acueducto y alcantarillado. También estaría incluido el transporte público, que abarca los buses, taxis, sistemas de transporte masivo y buses intermunicipales. Carrasquilla también se refirió al impuesto de renta al explicar su propuesta de reforma tributaria. Se empezaría a gravar a las personas que superen el promedio nacional que es de 1’900.000. Una medida que afectaría a las personas de la clase media del país. En una sesión del Senado, Duque dijo que la anterior reforma afectaba la clase media con el aumento del IVA y que era una infamia.
El presidente propuso tener 6 días en el año en los que no se cobrará este impuesto como forma de incentivar el comercio y devolver el 3% que se aumentó en la reforma del anterior gobierno.
Los ciudadanos están a la espera de cuáles son los alcances de la reforma tributaria de Duque y su efecto en el IVA. Hay que tener en cuenta que en el pasado este tipo de reajuste ha sido objetado por la Corte Constitucional por considerar que no puede introducir reformas tributarias cuyas consecuencias impliquen afectar la satisfacción de necesidades básicas: alimentarse, asearse, contar con educación, salud, vivienda y trabajo dignos.