En el año 2023, el sector de los biocombustibles en Colombia celebró al registrar una reducción récord de dióxido de carbono (CO₂) de 3.2 millones de toneladas, marcando un aumento del 7 % con respecto al año anterior. Este logro, impulsado principalmente por el biodiésel y el bioetanol, derivados del aceite de palma y la caña de azúcar respectivamente, ha posicionado a la industria como un pilar fundamental en la lucha contra el cambio climático.
Con la generación de 90.000 empleos directos y el apalancamiento de 470 mil puestos de trabajo adicionales, los biocombustibles no solo contribuyen al desarrollo económico del país, sino que también representan un componente en la reducción de emisiones contaminantes. En el último año, estos combustibles limpios han sido responsables de la eliminación de cerca de 800 toneladas de material particulado, mejorando así la calidad del aire y la salud de los ciudadanos.
En términos de rendimiento comercial, el 2023 marcó un récord en ventas de biodiésel, alcanzando las 700 mil toneladas, lo que supuso un aumento del 2 % con respecto al año anterior. Por otro lado, las ventas de bioetanol ascendieron a 81 millones de galones, representando el 56 % del mercado nacional de combustibles. Estos resultados evidencian una creciente demanda y aceptación por parte de los consumidores, consolidando la posición de los biocombustibles como una alternativa viable y sostenible en el sector energético colombiano.
La presidenta de la Federación Nacional de Biocombustibles, Fedebiocombustibles, Carolina Rojas, subrayó la importancia de estos logros como parte de un compromiso más amplio hacia un futuro sostenible. Rojas destacó el papel fundamental de los biocombustibles en la descarbonización de la economía colombiana, para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 51 % para el año 2030.
Además, iniciativas como el Club de Biotanqueo han demostrado el potencial de la colaboración público-privada en la promoción de prácticas sostenibles en el transporte. Más de 1.230 vehículos en Antioquia y Cundinamarca han adoptado mezclas superiores de biocombustibles, logrando un significativo ahorro de 6.500 toneladas de gases de efecto invernadero.
Mirando hacia el futuro, el sector de los biocombustibles apunta a una mayor expansión y adopción a nivel nacional. Con el respaldo de estudios como el Barómetro Petrolero, que refleja un amplio apoyo público hacia el uso de biocombustibles, se propone la implementación de programas de cupos que faciliten la distribución de mezclas superiores voluntarias en estaciones de servicio en todo el país.
Finalmente, el año 2024 marca el inicio de la construcción de hojas de ruta para la descarbonización del transporte aéreo y marítimo en Colombia. En este contexto, los combustibles sostenibles de aviación y marítimos emergen como herramientas clave para reducir las emisiones en estos sectores, consolidando así el papel crucial de los biocombustibles en la transición hacia un modelo de desarrollo más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.