Cuando se miran en conjunto los resultados de la economía, todo parece ir mal. La inversión siguió bajando en el primer trimestre del año en 13,4 por ciento, después de haber terminado 2023 en terreno negativo: -24,8 por ciento. Sin duda es una caída con consecuencias, pues si los sectores no pusieron plata para aumentar la producción, tampoco habrá empleos.
Se necesita que la economía crezca por encima del 3 por ciento, lo que no se dará hasta 2025 porque este año la expectativa no va más allá de 1,5 por ciento. Más aún si el que puede acelerar el gasto, que es el Estado, luego de haberlo disparado, ahora tiene que recortarlo, como de hecho lo anunció ya el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, con el bloqueo de partidas a entidades estatales.
En medio de ese entorno, la banca desempeña un papel decisivo, pero también viene en apuros, como lo sustentó Jonathan Malagón, presidente de Asobancaria, durante la 58.ª Convención del gremio que se realizó en Cartagena. “Ocho de los 30 bancos del país registraron pérdidas cercanas a 2 billones de pesos”, dijo, y hasta fue necesario hacer 12 capitalizaciones en nueve bancos. En parte, porque el sector financiero se lanzó a bajar las tasas de interés a sus clientes, pese a que el Banco de la República las mantenía altas, lo que frenaba la demanda de créditos.
Los puntos de vista acerca de las posibilidades que tiene Colombia de enderezar el barco son diversos, y deberían ser el foco porque lo menos conveniente, a juicio del exministro de Hacienda Mauricio Cárdenas, es que el Gobierno tenga excusas para declarar un estado de excepción, lo que, a su juicio, es algo que le encanta al presidente, pues “por esa vía puede meter el tema de una constituyente. Tenemos que evitar que esta economía se descuelgue”, dijo ante el auditorio de banqueros.
Las señales que se envían desde el Ejecutivo siguen creando confusión. Para Rafael Simón del Castillo, presidente de la firma de proyectos urbanísticos Novus Civitas, es parte de lo que frena la inversión, pues las personas se demoran en tomar decisiones, “principalmente en compra de vivienda, que es algo básico”.
Lo cierto es que el clima y la confianza empresarial, desde la perspectiva del presidente de Scotiabank Colpatria, Jabar Singh, “están en su nivel más tibio, por lo menos de este milenio: más tímido, más tibio y más cauto”, enfatizó.
Pero los toros no se ven igual desde todas las plazas. Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez, presidente de la junta directiva del Grupo Aval, es uno de los que dicen creer a ciegas en el país. “Mi confianza en Colombia es inquebrantable. Esta es una nación de un potencial impresionante. Lo que se viven son ciclos y los ciclos son solamente eso. De todos ellos se sale”, manifestó.
Bancolombia, entre tanto, según su presidente, Juan Carlos Mora, si bien tuvo 10 por ciento menos de utilidades en el primer trimestre frente al año anterior, “fue un buen resultado, dado el entorno que hay, en el cual aumentó la cartera vencida, debido a la situación económica”, aseguró. Confirmó que los bancos tienen menos margen y más gasto, vía provisiones, lo que ha hecho que algunas entidades, sobre todo las que están enfocadas en tarjeta de crédito, pierdan dinero.
Pero, definitivamente, un tema que lo trasnocha es el de la construcción. Aunque Mora afirma que el crédito de vivienda fue uno de los de mejor desempeño en esa entidad financiera, le preocupa el problema de la inversión, que se evidencia en la no iniciación de nuevos proyectos y de los vigentes que se están quedando con unidades sin vender. “Comparto el tema de que la falta de inversión privada es una preocupación, porque ese es uno de los motores de la economía, el sector privado no está invirtiendo en nuevos proyectos, en ampliaciones, en inversiones de capital, eso es premonición de que el crecimiento puede ser más lento a futuro”.
Tanto los banqueros, como los empresarios en general, temen por los sectores salud, eléctrico y servicios públicos, puesto que el perfil de un presidente como el de Colombia, que se inscribe en la socialdemocracia, apunta a apoyar las intervenciones estatales económicas y sociales.
Javier Suárez, presidente de Davivienda, entre tanto, suena más optimista. Si bien su entidad tuvo resultados negativos en 2023, en el primer trimestre de este año ya lleva utilidades por 256.000 millones de pesos. No desconoció que el sector financiero, como un termómetro de la economía, está reflejando –con rezago– lo que ocurrió en el último año y medio, luego de un ciclo de subida de tasas de interés que generó dificultades para que los clientes pudieran pagar. “El deterioro de las carteras de crédito terminó afectando los resultados de los bancos. Ahora vemos la tendencia contraria, con reducciones en las tasas. Para 2025, con niveles de inflación más bajos, vamos a poder ver crecimientos más sanos en las diferentes carteras”.
Incertidumbre política
El ambiente político también está caldeado. Más allá de las reformas sociales que se discuten en el Congreso, otro de los temas claves que se abordaron en la Convención Bancaria fue el ruido que ha generado la posibilidad de convocar una asamblea nacional constituyente y que esto pueda llevar a que Petro se reelija.
Algunos de los congresistas que asistieron al evento se refirieron a ese hecho y coinciden en que el ambiente no es el mejor cuando aún falta algo más de dos años de Gobierno. Sin embargo, son optimistas en que el rumbo se puede mejorar y que los sectores deben estar unidos para hacer un frente que mantenga la democracia. “Es una triste realidad. La verdad es que algunos sectores económicos están decreciendo y así lo muestran las cifras, como lo que está pasando alrededor del sistema de salud, que está totalmente golpeado por este Gobierno. Es una situación crítica del sistema con un Gobierno que llegó a destruir los avances que teníamos”, cuestionó la representante a la Cámara Carolina Arbeláez, de Cambio Radical.
El representante Andrés Forero, del Centro Democrático, afirmó que los escándalos de corrupción del Gobierno le están generando un enorme costo político que se suma a una supuesta incapacidad de gobernar. A pesar de esto, es optimista. “Hay que ser consciente de que quedan dos años muy complejos para el país, tenemos que tener esperanza en Colombia y resistir. Colombia es mucho más grande que el Gobierno corrupto e incompetente que hoy está en el poder”, afirmó.
El representante Christian Garcés, del Centro Democrático, señaló que en todos los eventos académicos del sector productivo “se siente una total incertidumbre, y por eso es que hoy la inversión está frenada, porque el Gobierno de Gustavo Petro no da garantías al empresariado para invertir y generar empleo”. Añadió que el sector productivo debe pronunciarse de manera contundente a través de los gremios y cuestionar lo que está proponiendo el Gobierno. “No es momento de quedarse mudo, dejando que el país se destruya, para luego lamentarse”.
La senadora Paloma Valencia considera que el Gobierno ha fracasado. “Hay una enorme desilusión porque evidentemente Colombia necesita muchísimos cambios que no se consiguen escribiendo papeles o echando discursos, porque las palabras se las lleva el viento y el papel cuando se moja se destruye. Se necesitan acciones, y el Gobierno se ha quedado corto en eso”.
Panorama electoral
El expresidente Iván Duque, otro de los participantes en la Convención, desató una fuerte polémica al proponer que los candidatos que le van a competir al petrismo en 2026 se lancen ya y que se haga una consulta para elegir a ese aspirante. Algunos respaldaron la idea ante la crisis que enfrenta el Gobierno y otros consideran que aún falta tiempo por decantar.
“Lo que se requiere hoy es que todos los que aspiran a ser presidente en 2026 salgan ya a la palestra y que se empiece a concertar una alianza nacional republicana, donde pueda haber una unificación de aspirantes a través de un mecanismo de consulta, obteniendo así una verdadera alternativa a toda esta catástrofe que viene con la agenda del Foro de São Paulo”, dijo Duque. La idea fue contestada por Petro, quien aceptó el reto: “Yo digo sí, ¿por qué no?, testeémonos”. Aclaró que no sería él necesariamente, sino alguien de su partido.
Lo cierto es que tras estas declaraciones en los pasillos de la Convención se concluyó que la contienda electoral podría estar cada vez más cerca.