El sector de la confección es “clave para la ocupación laboral y el dinamismo económico”, mientras que el de los textiles “es impulsor del ámbito laboral en Colombia”, según los datos de la matriz técnica de insumo-producto –índice de Rasmussen y Hirschman–, revelados en el informe de agosto por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE). Además, el sector “ocupa al 71,8% de mujeres en las actividades de confección de prendas para vestir” y el 90 % de la fuerza laboral del sector de las confecciones son de pymes y empresas unipersonales.
En la entrega de este informe, la entidad recomendó una serie de estrategias de política pública en aras del fortalecimiento del mercado laboral y la equidad de género resaltando el alto porcentaje de ocupación femenina, así como otras alertas sobre la alarmante pérdida del empleo en este sector en en el marco de la pandemia de covid-19.
De acuerdo con la entidad, la caída en la producción real del sector textil llegó en 2020 al -8 % y en las confecciones al -25,3 %, cifras que deben ser enmarcadas “en los índices técnicos que muestran un desvanecimiento en la participación del PIB a causa de la penosa situación sanitaria”, reseña la Cámara Colombiana de la Confección y Afines (CCCYA).
Para el gremio de las confecciones, las cifras entregadas por el DANE “son un soporte fundamental sobre las preocupaciones que vienen expresando desde hace algún tiempo al Gobierno nacional, pero además sirven para confrontar la situación real del empleo en el país y un alto índice de ocupación femenina (71,8 %), en un sector que le ha apostado al fortalecimiento de políticas para impulsar el género, sus condiciones y las vías humanas para equiparar esta industria que en su enfoque social promueve al sector como una alternativa que combata el flagelo del desplazamiento, la prostitución o cualquier alternativa delictiva, fruto del desespero por la falta de oportunidades”.
La CCCYA agrega que las cifras del DANE que evalúan en la formalidad al sector, permiten proyectar “claramente” las otras realidades de la industria de la confección que “no es tenido en cuenta en las cifras integrales”. Lo anterior, según el gremio, se debe a que son empresas unipersonales o pymes, que, “aunque pagan sus prestaciones sociales y requisitos legales de funcionamiento”, no logran alcanzar a tener más de 10 personas en el marco de su producción y de empleabilidad.
“Lo que es un motivo de orgullo social por integrar en su mayoría las preciadas manos de la mujer en nuestra industria, se convierte también en un espacio de preocupación permanente debido a nuestra responsabilidad por intentar brindar las mejores condiciones para que nuestras empresarias salgan adelante. Muchas de ellas, en su mayoría son madres cabeza de familia, que han tenido que atravesar difíciles situaciones y realidades que fácilmente pudieron terminar en otros fines de supervivencia y que, por fortuna, le apostaron a trabajar en nuestro sector”, señala Camilo Rodríguez, presidente de la Cámara Colombiana de la Confección y Afines.
El dirigente gremial agrega que a raíz de las realidades en mención y otras más que se han venido acumulando en el camino, el gremio de la confección ha venido haciendo una serie de llamados urgentes al Gobierno nacional.
Explica que estos llamados no han sido elevados ante el Gobierno “con el fin de que nos regale nada, sino con el propósito de brindar mejores condiciones laborales y técnicas a miles de colombianos que tienen en su ADN la legalidad, la transparencia y la única vocación de salir adelante con sus familias”, concluyó el presidente Rodríguez.