El Grupo ISA se sumó esta semana al gran grupo de empresas que se han metido la mano al bolsillo para ayudar a contener la emergencia económica y sanitaria generada por el coronavirus. Con una donación de $10.000 millones, la compañía busca apoyar a que se realicen más pruebas de la covid-19 y que sus resultados lleguen más rápidamente, pero también a proteger a los trabajadores del sector salud y a quienes puedan retornar a sus labores después del 27 de abril. Bernardo Vargas, presidente de ISA, habló con SEMANA sobre los planes de la empresa poscoronavirus y la importancia de las empresas en este tipo de coyunturas. ¿A qué destinarán los $10.000 millones que donó ISA? Todos los apoyos van a darse a través de sistemas articulados para que estos recursos sean canalizados e invertidos correctamente. Los primeros $4.000 millones irán a través de Ruta N en Medellín y varias universidades del país para realizar pruebas de coronavirus. Lo que nos han enseñado las experiencias de Corea del Sur, Alemania y Singapur es que tener muchas pruebas es fundamental y aquí tenemos escasez. Además, trabajaremos con las universidades CES y Rosario para desarrollar un protocolo de inmunización mediante plasma sanguíneo. Es decir, si a una persona le da covid y se cura, le extraen la sangre y se la inoculan -por ejemplo- a personas del servicio de salud que están expuestas todo el tiempo y así darles una fortaleza inmunológica mayor. Para destinar los $6.000 millones restantes, nos guiaremos por los proyectos que sabemos son necesarios, pero también por aquellos está priorizando el Gobierno. " />
¿Todos los trabajadores de ISA siguen trabajando? Sí, tenemos tres niveles: el primero es de un grupo pequeño que no puede parar y ha tenido que trabajar 24/7 durante toda la contingencia, porque operan centros de control de energía eléctrica, subestaciones o centros de transporte de energía, y si no van, se frena todo el sistema eléctrico. Para este grupo primario es donde más nos concentramos en protocolos, con el fin de garantizar que haya alternativas de trabajo. Esos protocolos se enfocan en que los grupos de trabajo no se crucen, los espacios de trabajo se esterilicen y que haya centros de control alternos para que siempre se pueda operar. El segundo grupo es el de operación y mantenimiento de líneas y luego está el resto de personas, que trabaja remotamente. De este último hay unos críticos para que vuelvan al trabajo, que son los que están en los frentes de obra. Hoy están todos parados y este año vamos a invertir US$1.000 millones en obras nuevas, por lo cual, en la medida que estos vuelvan a laborales, impulsaremos la economía para que vuelva a funcionar. Queremos que, a partir de finales de este mes, todos nuestros frentes de obra vuelvan a trabajar y así generar actividad económica. Es nuestro compromiso y hemos trabajado con el Ministerio de Minas y Energía, que está promoviendo que esto lo realicen todas las empresas del sector de gas y electricidad, y esperamos concretarlo para finales de abril o principios de mayo.
¿Cuáles son esos frentes críticos que tienen? Uno tiene que ver con las líneas de salida de energía de Hidroituango, que son cuatro obras grandes y van muy avanzadas, pero hoy están paradas y tenemos que volver; otra es Copey–Cuestecitas, que es una línea que va hacia La Guajira y robustece a la Costa Caribe, y tenemos otro par de obras más que buscan fortalecer esta región del país. " /> ¿Esto va en línea con la cuarentena inteligente anunciada por el Gobierno? Así es. Para nosotros, que también estamos en infraestructura vial, la Cámara de la Infraestructura ya envió un protocolo para que las obras puedan volver y eso está caminando, y esperamos replicarlo también en el sector minero–energético.
¿Cómo mantener la buena salud de los colombianos y de la economía? Esa dicotomía de que las personas se mueren de covid o de hambre no existe. Las dos cosas están amarradas. El Gobierno así lo entiende y estoy de acuerdo. Vamos a manejar el confinamiento de una manera inteligente hasta que veamos señales y luego vamos a empezar a soltar la economía, pero no ‘a la loca’, sino de forma estratégica para que algunos sectores podamos volver poco a poco y así dinamizar la actividad económica. ¿Qué papel tienen los empresarios en esta emergencia? He visto una tremenda solidaridad del sector empresarial. Además, yo soy de los que cree que las empresas no están solamente para hacer y dr utilidades, sino para generar valor sostenible, y eso implica apoyar a los colaboradores, las comunidades, el medio ambiente. Esta crisis nos ha dicho que todos somos uno. Esto ha servido para que la gente que critica a las empresas se dé dando cuenta de que son muy solidarias y ayudan mucho. Y estoy de acuerdo con que las empresas son y serán clave para la recuperación que se viene.