En la mañana de este miércoles, Empresas Públicas de Medellín (EPM) anunció la adjudicación del contrato para realizar las obras civiles de la segunda etapa del proyecto hidroeléctrico Hidroituango.
A través de un comunicado, la entidad aseguró que el contrato por 1,75 billones fue asignado al Consorcio CYS, que es conformado por tres empresas que son Schrader Camargo S.A.S., Yellow River CO y LTD Sucursal Colombia.
La compañía aseguró que para esta oferta pública se presentaron cerca de 12 constructoras. Sin embargo, EPM decidió evaluar las ofertas presentadas por tres compañías, dos de las cuales fueron descartadas tras no cumplir con los requisitos de participación y fue aceptada la del consorcio anteriormente mencionado.
De acuerdo con la compañía, el contrato adjudicado tomará cerca de 1125 días en ejecutarse. Es decir, tomará casi 3 años y las obras que serán ejecutadas corresponden a las unidades 5, 6, 7 y 8.
Con estas 8 unidades completamente terminadas, la hidroeléctrica tendría una capacidad de 300 megavatios de energía por cada unidad y así podría aportar cerca de 2400 megavatios de energía para el Sistema Interconectado Nacional (SIN).
Estos 2400 vatios permitirían cubrir el 17 % de la energía que todo el país necesita para seguir mejorando la calidad de vida de los colombianos. EPM asegura que ha contado con el acompañamiento de la Procuraduría General de las Nación en su función preventiva.
Es preciso recordar que en la planeación inicial de Hidroituango se dividió la construcción de la hidroeléctrica en dos etapas. En la primera se realizó la construcción de las unidades 1 a la 4. En la segunda etapa se realizará la construcción de las unidades 5 a la 8.
Según explica en un comunicado, el contrato de la primera etapa finalizó el 30 de noviembre de 2022. Este fue suscrito con el consorcio CCC Ituango, que fue integrado por las constructoras colombianas Conconcreto y Coninsa Ramon H, y por la firma brasileña Camargo Correa Infra.
¿Cómo se desarrolló la segunda etapa?
Tal como lo precisa el comunicado de EPM, para el desarrollo de la segunda etapa, EPM abrió la licitación el 10 de marzo de 2022 e inicialmente recibió las propuestas de 10 firmas que manifestaron su interés. Solo una entregó una oferta, por lo que el proceso fue declarado desierto. El único oferente en la propuesta no hizo llegar a tiempo los requisitos.
Este año, específicamente el 24 de abril de 2023, EPM volvió a abrir una solicitud pública de oferta para buscar el contratista de la segunda etapa de la construcción, la cual terminó precisamente este 11 de octubre.
La empresa asegura que con la adjudicación de la obra, se podría atender oportunamente al cronograma estipulado. Además de esto, permitirá mayor eficiencia económica, un mejor control de costos y de ejecución. Esto se debe a que EPM pagará al contratista bajo un esquema de precios unitarios, misma estrategia que habían adoptado antes de que sucediera la contingencia con el proyecto en 2008.
¿Qué consecuencias ha dejado el proyecto hidroeléctrico?
Aunque el proyecto es necesario y urgente debido a las problemáticas que vive el sector energético en el país, lo cierto es que también ha traído diferentes consecuencias para las familias que viven en zonas aledañas.
De hecho, varias circunstancias ambientales, como la muerte de peces y otras situaciones con el caudal de los ríos aledaños, han dejado al proyecto mal parado. Poblaciones de municipios como Puerto Valdivia e Ituango tuvieron que ser evacuadas en un momento,
El 28 de abril de 2018 el proyecto también se enfrentó a otra contingencia por cuenta de un tapón que se hizo en el túnel de desviación de la futura represa, que a su vez provocó un retraso en el proyecto y pérdidas materiales y económicas.