Durante 2022 la nueva EPS, que es la EPS más grande del país, identificó abusos en el cobro de 4.847 licencias de maternidad, así como cambios de más de 40 por ciento en los ingresos por los que cotizaron 1.642 mujeres que pidieron dichas licencias.
Esas conductas son llamativas porque comúnmente buscan estafar al sistema de salud, aprovechándose de las normas vigentes, las cuales, con el ánimo de proteger financieramente a más colombianas en su periodo posparto, han flexibilizado los requisitos para acceder a una licencia de maternidad. Hoy se exigen mínimo dos meses de cotización al régimen contributivo en salud antes de dar a luz para tener ese derecho, el cual implica el pago del salario mensual de la cotizante durante 18 semanas (casi cinco meses).
La ley permite que para obtener la licencia de maternidad una mujer pueda cotizar como independiente o empleada por el salario que desee, siempre que pague el 12 por ciento del ingreso por el que realice los aportes. Una vez nace el bebé, la madre reclama la licencia ante la EPS en la que está afiliada, esta verifica el cumplimiento de los requisitos, le empieza a pagar y luego le cobra a la Adres, pues los recursos vienen del presupuesto nacional.
Hasta ahí no hay problema, lo sospechoso es que hay mujeres que estando en el régimen subsidiado, las emplean en avanzado estado de embarazo y las afilian al régimen contributivo, que puede pasar, pero no es común; y además tan pronto terminan la licencia las desafilian de la EPS o también está el caso de otras que en pleno embarazo les suben su salario, con alzas tan abruptas como pasar del mínimo a incluso 25 millones de pesos mensuales y, una vez terminada la licencia, vuelven a devengar lo mismo que antes. “Esto es lo que se llama un fraude legal. Son empresas que se aprovechan de mujeres vulnerables y les proponen afiliarlas para ellos quedarse con la mayoría de la plata de la licencia y darles un poco a ellas o simplemente usan sus nombres y se quedan con todo”, explica un experto del sector salud. Agrega que la apuesta es cotizar por montos muy altos en el embarazo, pues solo hay que poner el 12 por ciento y durante casi cinco meses se recibe el ciento por ciento.
“Los estafadores que, por ejemplo, les apuntan a los 25 millones de pesos, pagan durante nueve meses 3,5 millones (31,5 millones) y luego reciben 112,5 millones. ¡Es una inversión que triplica el capital en nueve meses! Sin embargo, es un tema difícil de perseguir por la protección especial que se les da a las maternas en el país”, insiste la fuente.
Nuevos riesgos
En el caso de la Nueva EPS cuando identifican estas irregularidades, que vienen en aumento en todo el sistema, lo que hacen es reportarlas ante la Unidad de Gestión de Pensiones y Parafiscales (UGPP) y el Ministerio de Salud y, de hecho, recientemente las autoridades desmantelaron uno de esos ‘carteles de embarazadas’, liderados por empresas inescrupulosas, pero lamentablemente el problema sigue y corre el riesgo de empeorar con la propuesta de la reforma laboral radicada en el Congreso.
En ella se plantea aumentar la licencia de paternidad en Colombia de manera progresiva hasta llegar a 12 semanas (tres meses) en 2026. La idea es subir de las dos semanas actuales a ocho en 2024, a diez en 2025 y a 12 en 2026.
Alejandro Arias, socio director del Área Procesal de Quintero y Quintero Asesores, explica que el aumento de la licencia se justifica en el denominado principio de interés superior del menor, pero que de ser aprobado generarían una serie de consecuencias, sobre todo económicas, en todos los sectores. “Lo anterior por cuanto los costos laborales claramente se verán incrementados, dado que se necesitará la contratación de un reemplazo para el trabajador que disfrute de esta licencia, durante casi tres meses y además el empleador deberá seguir asumiendo la carga prestacional del empleado en licencia. Lo que es un duro golpe para las finanzas de las pequeñas y medianas empresas, que son las mayores generadoras de empleo en nuestro país”, explica este abogado y agrega que esta propuesta también podría generar abusos, especialmente para el sistema de seguridad social en salud, como quiera que este, a través de las EPS deberá asumir el costo de la licencia y eventualmente se presentarían fraudes al sistema, tal como ocurre hoy con las mujeres.
Actualmente, como los hombres solo reciben una licencia de dos semanas no hay incentivo para estafar al sistema, pero si se sube a tres meses, las empresas fraudulentas probablemente usarían las mismas técnicas para quedarse con ese dinero. A eso se suma el riesgo de hombres que tienen más de una pareja y resulten teniendo hijos dos veces al año y, por ende, reclamando dos licencias.
Precisamente, al evaluar el costo fiscal de las reformas sociales del Gobierno (pensional, a la salud y laboral), el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, ha admitido que en el caso de la laboral, el único gasto extra para las finanzas públicas estaría en el aumento de la licencia de paternidad.
Para este año la Adres tiene presupuestado el pago de 994.258 millones de pesos por licencias de maternidad y paternidad y el estudio que hizo el Grupo de Análisis del Mercado Laboral (Gamla) del Banco de la República para estimar los impactos del proyecto de reforma laboral indican que a 2025 el sobrecosto por la ampliación de la licencia de paternidad podría estar entre 740.000 millones de pesos y 1,07 billones, todo dependerá de factores como los nacimientos, la probabilidad de participación masculina en el mercado laboral y la de tener un empleo formal“.
En promedio sería un gasto de un billón de pesos adicionales, que pueden ser loables por el beneficio de los recién nacidos, pero cuya conveniencia y urgencia valdría la pena evaluar ante los actuales problemas del mercado laboral”, dice Charles Chapman, socio fundador de Chapman Wilches.
En su concepto esos fondos podrían utilizarse de manera más eficiente al destinarlos para crear un subsidio al desempleo o incentivos para las empresas que contraten mujeres. En la actualidad, ellas son las más afectadas por el desempleo, y para las mamás, tener un empleo formal es más beneficioso que su pareja pase más tiempo en casa. Esto sería aún más valioso para las madres solteras.
Además, Chapman señala que las normas vigentes permiten compartir la licencia entre hombres y mujeres, lo que ayuda a mejorar la conexión entre padres e hijos, sin tener que aumentar las semanas a las que tienen derecho los papás colombianos, las cuales están dentro del promedio de varios países de la región y pasarían a ser las más generosas, incluso por encima de mercados desarrollados.
“Es un gasto desaconsejable, sin contar los riesgos de fraude, y los recursos se podrían invertir mejor en atender a los más vulnerables del mercado laboral como mujeres, jóvenes, prepensionados e informales”, insiste este abogado.
En esta propuesta, como en otras, las buenas intenciones podrían conducir a malos resultados.