Una de las mayores preocupaciones actuales sobre la economía nacional está en la caída de la inversión, en especial del sector privado, y la pregunta es si esto es consecuencia de una menor confianza por causa de un ciclo económico bajista o por factores políticos.
La mayoría de los analistas encuestados cree que es por el segundo elemento. “En cualquier parte del mundo, la política es la que determina el libre o restringido desenvolvimiento del sector privado”, dice Orlando Santiago, analista de Fénix Valor.
Así mismo, Julio César Romero, gerente de Análisis Macroeconómico y Mercados Financieros de Corficolombiana, opina que los mensajes contradictorios que se han enviado desde el Gobierno hacia varios sectores económicos han exacerbado la incertidumbre entre los empresarios. “Si bien las mayores tasas de interés han sido un factor que ha moderado la inversión, lo cierto es que la caída que hemos observado en el último año responde al panorama retador que se ha creado desde la institucionalidad y que ha mantenido en niveles bajos los incentivos de los inversionistas para sacar adelante nuevos proyectos en Colombia”, reitera.
Incumpliendo la meta
Aunque al cierre de febrero la inflación se ubicó en 7,74 por ciento, alejando los fantasmas de carestía, el más reciente estudio de consumo Consumer Pulse Latam, de la consultora Bain & Company, reveló que en Colombia el alto costo de vida sigue siendo la mayor preocupación de los consumidores, quienes continúan precavidos con sus gastos y finanzas.
Una percepción similar tienen los analistas sondeados para este especial, los cuales consideran que la inflación ya está encaminada hacia la meta de 3 por ciento del Banco de la República, pero aún está lejos de ese nivel. Es más, estiman que este será el cuarto año de incumplimiento de la meta y el quinto fuera del rango de tolerancia (que es entre 2 y 4 por ciento).
Laura Clavijo, de Bancolombia, dice que aún hay varias presiones alcistas, como el probable aumento del diésel, un fenómeno de El Niño que sería sucedido por una Niña, así como los rezagos de los elevados ajustes en el salario mínimo, lo que en conjunto complica llegar a la meta.
Riesgo sin muchos cambios
El riesgo país, una medida que evalúa la probabilidad de que un gobierno no pueda pagar sus deudas, se deterioró bastante en 2022 y, aunque en 2023 se recuperó, sigue siendo el más alto entre las economías pares a la colombiana. La expectativa de expertos como Daniel Velandia, economista jefe de Credicorp Capital, es que mientras que el contexto externo será favorable por la expectativa de baja de tasas de la FED, la incertidumbre política, regulatoria y fiscal interna seguirá siendo alta, lo cual hará que el riesgo país en 2024 se mantenga similar al del año pasado.
“Los mercados han comprendido que el marco institucional en Colombia es robusto y las primas por incertidumbre que surgieron al final de 2022 se han desvanecido; en adelante las discusiones se focalizarán en la calidad del crecimiento económico del país. Por ahora, durante 2024 la prima de riesgo moderada se podría prolongar ante un contexto internacional que plantea la posibilidad de menores tasas de interés y, por ende, mejor apetito al riesgo”, dice Jackeline Piraján, economista de Scotiabank Colpatria.