Desde la última subasta de espectro, que se llevó a cabo en diciembre de 2019, el entorno macroeconómico cambió radicalmente. Además de la desaceleración general de la economía, el nuevo contexto está afectando a los operadores de telecomunicaciones. No es un tema exclusivo de Tigo, pero los ha impactado en los últimos cuatro años con las tasas de interés, ya que el costo de su deuda se incrementó más de un 58 %.
Con esta foto, el 2023 fue un año retador para Tigo. Sin embargo, logró resultados estables: los ingresos totales consolidados, que incluyen ingresos por servicios y por venta de equipos, llegaron a 5,46 billones de pesos, un aumento de 22.000 millones frente a 2022.
En 2023, Tigo logró un ebitda de 1,74 billones de pesos, lo que representó un crecimiento del 6,2 % y 102.000 millones de pesos más frente a 2022, superando el incremento del ingreso por servicios.
“En cuanto a la cobertura, Tigo, durante 2023, llegó a una población potencial de más de 42 millones de personas, lo que representa cerca del 82 % de la población colombiana. Como logro destacable, el 30 % de esta cobertura se encuentran en poblaciones rurales. Además, Tigo llevó servicios 4G de voz e internet a más de 1.000 poblaciones que nunca habían tenido conectividad”, resalta su presidente, Carlos Blanco, quien asumió el cargo en mayo de este año y considera a Tigo como una empresa resiliente.
Para el directivo, el tráfico de internet aumentó casi un 40 % desde 2020. Sin embargo, los ingresos de los operadores de telecomunicaciones se han mantenido o, incluso, han disminuido. Explica que hay que tener en cuenta que las dinámicas del sector de telecomunicaciones han hecho que la industria se encuentre en un momento delicado. “El consumo de datos móviles por usuario se triplicó desde 2019. En contravía, en los últimos dos años el ingreso por usuario ha caído de forma consistente. Esto ha hecho que los márgenes del sector estén cada vez más apretados. Y el mercado de redes fijas viene desacelerándose, aunque en Tigo estamos viendo cifras positivas en este segmento en 2024”.
En el mercado móvil, la mirada de Blanco pasa por la oferta en el sector de más recursos a un menor precio. “La competencia por el usuario se ha canibalizado: en los últimos cuatro años, el Arpu (ingreso promedio por cliente) ha caído alrededor de un 10 %. Este entorno llega a la industria en un momento crítico: entre 2023 y 2024, los operadores deben renovar el 60 % del espectro con el que operan actualmente, con todas las inversiones y el despliegue que esto conlleva. Sumado a esta situación, la industria de las telecomunicaciones es la única que no ha hecho incrementos superiores a la inflación. De hecho, este sector ha sido deflacionario”.
Blanco, quien apenas lleva un par de meses en Tigo, destaca que a lo largo de 2023 esta empresa realizó un control estricto de sus inversiones y gastos operativos con el objetivo de mejorar la rentabilidad y proteger el flujo de caja.
Sin embargo, los nuevos retos los conducen a nuevas inversiones, y su mirada es a largo plazo. Tigo ha invertido más de 8 billones de pesos, en los últimos años. “El desafío es superar esta coyuntura de forma conjunta y llegando a los acuerdos necesarios para superar este momento retador que todos están atravesando”, enfatizó Blanco, quien es venezolano y tiene más de tres décadas de experiencia en el sector de telecomunicaciones.
Hacia las 5G
Tigo tiene la participación del Grupo Millicom y del Grupo EPM, que el año pasado tuvieron diferencias en una capitalización que requería la empresa para mantener el negocio en marcha. EPM no pudo vender su participación debido a que no logró activar una cláusula de la negociación, pues era necesaria una autorización del Concejo de Medellín que no la entregó. Incluso, en su momento, la Alcaldía de Medellín habló de una dilución forzosa de su participación y de una toma hostil por parte de Millicom.
Al final, esta etapa pudo ser superada y se acordó la capitalización que le dio un segundo aire a Tigo. En medio de esa discusión, el año pasado logró una alianza con Movistar, su gran competidor, para entrar con fuerza en la implementación de la nueva red 5G. El 20 de diciembre de 2023, se llevó a cabo la subasta de bandas de 5G, en donde la unión temporal conformada por Tigo y Movistar obtuvo un total de 80 MHz en la banda de 3,5 MHz (5G). En la actualidad, y de acuerdo con el cronograma previsto, se encuentran en el despliegue de la nueva tecnología por todo el país.
Tigo y Movistar tienen, cada una, responsabilidades respecto de las obligaciones por cumplir ante el Ministerio de las TIC. La inversión que realizará la unión temporal para la adquisición del espectro superará los 318.000 millones de pesos. “La licencia para operar en esta banda fue entregada por los próximos 20 años. En cuanto a las obligaciones por hacer, la unión temporal Tigo-Movistar conectará 217 instituciones e instalará al menos 32 estaciones base con tecnología 4G en carreteras primarias y secundarias”, explicó el nuevo presidente de Tigo.
Aclaró que la inversión que realizará la unión temporal para la adquisición del espectro es una parte de las inversiones, ya que se requieren en la instalación de antenas, la expansión de fibra y los insumos para usuarios y redes, lo cual se seguirá necesitando durante la expansión y representa inversiones intensivas de capital.
“Por ahora, 5G es una tecnología en nacimiento. La visión a futuro que tiene Tigo es que será un complemento de la tecnología 4G”, señala Blanco, quien recuerda que el año pasado esta empresa se convirtió en el primer operador que apagó la red 2G, en su compromiso con la renovación tecnológica.
Seguirán aumentando la cobertura de 4G para no permitir la ‘pobreza digital’ (no tener acceso a internet de alta velocidad o, en definitiva, no tener ningún acceso). “Definitivamente, 5G es una tecnología que debe ser adoptada de forma gradual y rápidamente por todos los sectores, especialmente los industriales, que es donde vemos más oportunidades. Pero siempre con la condición de completar el despliegue de la tecnología 4G, sobre todo en la Colombia profunda”, señaló.
Sobre las medidas regulatorias tomadas por la CRC, consideran desde Tigo que las actualizaciones son necesarias. “En febrero de este año, la CRC tomó medidas para mejorar el estado de competencia del sector móvil, especialmente en cuanto al servicio de portabilidad numérica y los costos de Roaming Automático Nacional (RAN). Creemos que la revisión permanente del sector y la toma de medidas oportunas es la mejor forma de desarrollar el sector en función de las tendencias internacionales y la dinámica de esta industria, la cual es altamente sensible a los contextos macroeconómicos y políticos”.
Considera que es necesario seguir profundizando el debate sobre las altas tasas de interés y los aportes justos –fair share– de los todos los actores del ecosistema digital, con el fin de equilibrar las cargas y hacer más sostenible el negocio.
Las últimas semanas, varias noticias giraron alrededor de Tigo. Por una parte, el anuncio del interés del millonario Xavier Niel de quedarse con Millicom. Y otra, la decisión del alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, de presentar ante el Concejo el proyecto de acuerdo para que se discuta la autorización a EPM de enajenar su participación en Tigo-UNE. La expectativa por el futuro de la compañía aumenta.