Ante las denuncias que realizó el gremio arrocero, Fedearroz, en cabeza de su gerente Rafael Hernández, sobre presuntos casos de extorsión y secuestro que habrían sufrido productores del sector, el Ministerio de Agricultura le respondió al gremio, a través de un comunicado, que adelantan trabajos en cabeza del Ministerio de Defensa.
A pesar de que la entidad del Gobierno aseguró que trabajan por lograr el desarrollo integral del campo colombiano, aseguró que “a la fecha ni el Ministerio de Defensa ni la Policía Nacional tienen registro reciente de denuncias formales relacionadas con casos de extorsión, secuestro e invasión de tierras dirigidas al sector arrocero o ganadero”, se lee en el comunicado.
Y aseguró que para el Gobierno nacional es fundamental tener registro de estas situaciones para poder responder de manera oportuna a ellas.
Ante esto, Fedearroz respondió este 9 de octubre al Ministerio de Agricultura, que es “muy importante que el Gobierno nacional reconozca y reitere lo fundamental que es la seguridad para lograr el desarrollo integral del campo colombiano”.
Asimismo, el gremio valora el interés mostrado ante las manifestaciones y la decisión de trabajar articuladamente con el Ministerio de Defensa, para responder de manera integral a las problemáticas de seguridad, extorsión y secuestro que se vienen presentando en la ruralidad.
“Más allá de la existencia o no de registros formales de denuncia, son evidentes y están soportadas en los mismos indicadores de estos delitos, con los que cuenta el Gobierno nacional”.
Medidas que pide Fedearroz
El gremio asegura que es necesario que se active un control territorial de la Fuerza Pública en las zonas rurales, así como los resultados contundentes contra los grupos armados y la delincuencia común que cometen delitos como la extorsión y el secuestro.
Fedearroz también aseguró que está atento a reunirse con la ministra de Agricultura, Jhenifer Mojica “para poner a su disposición todo nuestro conocimiento y experiencia, a fin de trabajar mancomunadamente en las estrategias, tanto para garantizar la seguridad, como para “dignificar la labor de quienes producen alimentos”.