Fiat resolvio vender parte de una de sus joyas más preciadas. El martes pasado, en su asamblea general, el grupo italiano anunció la salida a bolsa de la marca Ferrari, de la que posee el 90 por ciento. La operación permitiría a Fiat recaudar 680 millones de dólares sin perder el control de la firma. Con esta operación la familia Agnelli, dueña del grupo automotor, aspira conseguir un poco de oxígeno financiero y calmar temporalmente a sus acreedores, a quienes adeuda nada menos que 5.940 millones de dólares. Fiat compró Ferrari tras la muerte de Enzo Ferrari, en 1988. En esa época la escudería del caballito estaba en problemas pero volvió a ser rentable a partir de 1996. En 2001 facturó más de 900 millones de dólares (17 por ciento más que en 2000) pese a la desaceleración en Estados Unidos, donde realiza la mitad de sus ventas. El éxito de Ferrari se debe también a sus resultados en la Fórmula 1, que hoy representa cerca de un tercio de su facturación. Con la salida a bolsa, Michael Schumacher tendrá ahora una presión extra para buscar la victoria.