Fukuyama explicó que economías como la peruana se libraron de la crisis financiera internacional sobre todo por el peso de las exportaciones de sus materias primas, muy cotizadas en el mercado, y por el buen funcionamiento de las autoridades monetarias. En una rueda de prensa ofrecida en el marco de la V Cumbre Internacional de Comercio Exterior organizada por la Cámara de Comercio de Lima (CCL), el investigador de origen japonés insistió en que Perú ha sido "muy afortunado" por exportar "commodities" en esa coyuntura, si bien debería diversificar su oferta ante cualquier posible freno de la demanda mundial. El autor de "El fin de la Historia y el último hombre", conocido por defender que la lucha de las ideologías terminaría tras la Guerra Fría y daría paso a un mundo basado en la política y economía de libre mercado, consideró que la "sabiduría" de este sistema no se ha visto afectada por la crisis. En todo caso, indicó, hubo un problema de regulación financiera que tendrá efectos temporales y permanentes. Entre las consecuencias, Fukuyama destacó que el rol del Estado será diferente a raíz de la crisis y puso de ejemplo a China, que ha sabido invertir en infraestructuras e industrias secundarias para desarrollar un modelo que atraerá a muchos países. No obstante, el actual investigador de la Universidad de Stanford auguró que la estabilidad del Gobierno chino podría tambalearse si su economía experimenta algún retroceso y aumentan las tensiones sociales. De otro lado, Fukuyama aseguró que la economía de Estados Unidos tardará aún mucho tiempo en recuperarse de la crisis y crecerá mientras tanto a un ritmo lento. Como promotor del libre comercio para desarrollar la democracia en el mundo, E.U. debería concluir los acuerdos comerciales pendientes con Panamá, Colombia o Corea del Sur, pero ante todo impulsar la Ronda de Doha para eliminar las trabas al comercio global a nivel multilateral, recalcó. En el caso de la Unión Europea, Fukuyama destacó que la crisis de la deuda ha demostrado que este proyecto de integración se sustentaba en "premisas falsas", como la de creer en la responsabilidad fiscal de todos los países de la zona. En este contexto mundial, instó a América Latina a apostar por la cooperación democrática y económica, así como por introducir políticas sociales para reducir las grandes desigualdades que sufre la región. En este sentido, el politólogo destacó que aunque el acceso a la educación ha aumentado en países como Perú o Bolivia, su calidad no está mejorando, lo cual supone un "obstáculo" para el crecimiento económico y requiere también de cambios políticos.   EFE