La Asamblea General de Accionistas del Grupo Energía Bogotá (GEB) eligió este martes a los nuevos integrantes de la Junta Directiva y aprobó la distribución de $2,3 billones ($198 por acción) sobre las utilidades del año 2023. Adicionalmente, autorizó el pago de un dividendo extraordinario de ´$53, para un total de $251 por acción, lo que representa un crecimiento del 13,8 % frente al 2022.
La Junta Directiva del GEB está conformada por nueve directivos y en esta ocasión se dio la reelección de tres integrantes.
Los miembros ratificados fueron María Mercedes Cuellar, exministra de Desarrollo Económico y excodirectora de la Junta Directiva del Banco de la República; Andrés Escobar Arango, exviceministro técnico de Hacienda, y Juan Benavides Estévez-Bretón, empresario, docente universitario e investigador de Fedesarrollo. Este último fue nombrado por los 8 accionistas minoritarios de la compañía en virtud del Acuerdo de Accionistas depositado en la Sociedad en 2018.
Por su parte, los nuevos integrantes son Ana María Cadena Ruíz, secretaria Distrital de Hacienda; Sylvia Escovar Gómez, economista y reconocida líder empresarial; Jaime Ardila Gómez, presidente de General Motors Sudamérica; Silvana Habib Daza, abogada y Vicepresidente legal y de Asuntos Corporativos de Colombia Natural Resources; Luis Ricardo Ávila Pinto, economista y exdirector del Diario Portafolio, y Gustavo Ramírez Galindo, Vicepresidente Ejecutivo de Corficolombiana.
Durante la Asamblea, la multilatina resaltó un crecimiento estable del negocio entre 2020 y 2024, con inversiones destinadas a la consolidación de un portafolio enfocado en la infraestructura necesaria para la transición energética en Latinoamérica, la confiabilidad del sistema y el desarrollo sostenible de los países en los que opera.
Como parte de esos resultados se destacó la alianza sin precedentes con Interconexión Eléctrica (ISA) para implementar, a través de Electro Dunas, dos proyectos que llevarán energía a más de 9 millones de ciudadanos en Perú; la adquisición de cinco concesiones de transmisión de energía eléctrica en Brasil, lo que le permitió a la compañía consolidarse como la quinta empresa más grande en transmisión de energía en ese país; la compra en Guatemala, a través de Enel Colombia, del 100% de las acciones de Transnova; y en Colombia la compra de Elecnorte, con más de 138 km en líneas de transmisión en La Guajira, donde se ejecuta el proyecto Colectora, que incorporará al Sistema de Transmisión Nacional las energías renovables no convencionales que se producirán en el norte del país.
Otro hito especial para el GEB durante 2023 fue la emisión del primer bono sostenible en el mercado internacional de capitales por US$400 millones, destinados principalmente a financiar planes de inversión para la transición energética y proyectos sociales que benefician a las comunidades en las zonas de influencia.
“Hoy somos una empresa que tiene una cultura sana, con presencia en sectores centrales para las condiciones de vida de nuestra población: transporte y distribución de gas y transporte, distribución y generación de energía. Vamos a continuar con ese plan estratégico y esos son nuestros retos para el 2024″, dijo Juan Ricardo Ortega, presidente de la compañía.
El ejecutivo agregó: “En Colombia buscamos sacar los cronogramas de proyectos de construcción que son vitales. El licenciamiento ambiental para la línea Norte y Sogamoso es urgente, si no la posibilidad de racionamientos en el centro es inminente. Hoy en día hay 400 megavatios de proyectos que no están pudiendo tener energía, centros de distribución, Data Centers, urbanizaciones de casi 14.000 personas, que si no logramos se construyan las líneas no hay suficiente energía eléctrica para poderlos abastecer. Disminuir el impacto ambiental en el centro, Termozipa está operando 24/7, solamente 15 días sin carro en Bogotá compensa lo que son las emisiones de Termozipa en un mes, eso demuestra la dimensión y la gravedad ambiental de que no podamos sacar adelante los proyectos que son centrales para el suministro de energía sana, renovable y competitiva”.
Juan Ricardo Ortega aprovechó para mandarle un mensaje a la CREG: “Necesitamos que la CREG opere, el sector requiere de una regulación para poder enfrentar los retos tan grandes que se enfrentan. Es urgente poder contar con una regulación que nos permita adecuarnos a lo que el futuro exige y a las oportunidades de negocio que están llegando”.
Como parte de los resultados también se destacó el desempeño en sostenibilidad, donde el GEB, entre las empresas de Gas Utilities, se ubicó como primera en la dimensión social a nivel mundial, según el Índice de Sostenibilidad de Dow Jones de Mercados Emergentes y del Mercado Integrado Latinoamericano (MILA). También recibió calificación B en la evaluación del Carbon Disclosure Project por su compromiso en la lucha contra el cambio climático, la más alta recibida por la compañía hasta el momento en este campo.