Siguen los ecos a los resultados de Ecopetrol en el segundo trimestre de este año, que mostraron unas preocupantes cifras financieras y coincidieron con el anuncio de la negativa a realizar un ambicioso proyecto en Estados Unidos, en la cuenca del Permian, con la Oxy, que aumentaría la producción, las reservas, su utilidad neta y el Ebitda.
Para ese periodo, los ingresos fueron de 32,6 billones de pesos, disminuyendo 4,9 por ciento, frente a los mismos meses del año anterior, mientras que las utilidades cayeron 17,4 por ciento y el acumulado en el semestre superó una disminución del 24 por ciento.
Para el presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, las cifras fueron impactadas por efectos como el comportamiento del dólar y de los precios internacionales del petróleo, la inflación, la reforma tributaria de 2022 y el fenómeno de El Niño.
“La tasa de cambio tuvo una variación superior a los 600 pesos en el primer semestre, esto impacta 3,3 billones de pesos los resultados”, dijo, y agregó: “Qué hay que hacer para tener los números de 2022, la respuesta es simple: que tengamos barriles de petróleo a 100 dólares y que el dólar vuelva a 4.000 pesos”.
Lo destacable de los resultados de Ecopetrol fue el aumento de la producción a 758.000 barriles diarios, la mejor cifra en los últimos ocho años, así como el incremento en la carga para las refinerías.
La entrega de estas cifras coincidió con la decisión de la empresa de no comprar el 30 % de CrownRock, una empresa de la Oxy que trabaja con la técnica de no convencionales (fracking), en Estados Unidos y que para Ecopetrol hubiera sido el negocio más grande de su historia, con una inversión cercana a los 3.700 millones de dólares, solo comparable con la compra de más del 50 por ciento que hizo de ISA.
De acuerdo con un informe interno de Ecopetrol, esta iniciativa conocida como Proyecto Oslo, le representaría grandes ventajas a la petrolera que ayudarían en el futuro a paliar los resultados: la producción se incrementaría 9 por ciento, las reservas también aumentarían 9 por ciento, la utilidad neta crecería 14 por ciento, el Ebitda subiría 6 por ciento y el impacto ambiental sería mucho menor en casi 8 veces, al que registran las operaciones de los pozos de producción tradicional en Colombia.
Roa explicó que no se aprobó el negocio porque, por el monto de la inversión, era necesaria una deuda del mismo tamaño que pondría en riesgo de inversión de la empresa; además, que como le dijo el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, no existía ambiente en el gobierno para aprobar un endeudamiento de ese tamaño. Y si hubiera avanzado y, posteriormente, tuviera que deshacer el negocio, tendría que pagar una multa superior a los 270 millones de dólares.
Lo que piensa la USO
Una de las más recientes reacciones la entregó la Unión Sindical Obrera (USO), el sindicato más poderoso de Ecopetrol y, a pesar de manifestar su apoyo al gobierno y sus simpatías al presidente Gustavo Petro, también manifestó su preocupación y hasta pidió que se reactivara la exploración, uno de los temas vetados por el Ejecutivo.
“Sin la inversión decidida y la reactivación de la actividad perforadora, el futuro de Ecopetrol está en riesgo, puesto que las reservas probadas actuales se agotarán en 7,6 años”, dijo en un pronunciamiento.
Señaló que los resultados presentados confirman que la exploración y producción en Ecopetrol siguen siendo lo más relevante al producir el 58% ($16,4 billones) de todo el Ebitda representando 3,6 veces lo aportado por la transmisión de energía y vías.
“Hacemos un llamado para que asegure el plan de inversiones en exploración para garantizar la sostenibilidad de la empresa. En la exploración, refinación, y transporte de hidrocarburos se produce el 84% del Ebitda y rentabilidad de la compañía, así como los importantes aportes a las arcas públicas”, dijo el sindicato.
Manifestó la USO que Ecopetrol produce seis de cada diez barriles de petróleo de Colombia; el 80% del gas natural que usan 10,5 millones de usuarios; abastece el GLP con el que cocinan 3,5 millones de hogares; y provee el gas natural que usa el 65% de las pequeñas y medianas empresas.
Aseguró que “sin nueva prospección la producción declinará, comprometiendo la capacidad de la empresa para pagar su deuda y garantizar el abastecimiento nacional”.
Este sindicato agregó en su comunicado que la decisión de no invertir en la compra de CrownRock debe aprovecharse para aumentar las inversiones en exploración y producción dentro de Colombia.
“Desde la USO consideramos que es una oportunidad para reactivar la actividad de exploración dentro del país generando nuevos puestos de trabajo y aumentando reservas, los 3.600 millones de dólares que se liberan en caja por la no adquisición de los activos de CrownRock, son una fuente de financiamiento necesaria para incrementar la búsqueda de gas natural, el desarrollo de nuevos gasoductos, e inversiones en las cuencas más prolíficas de Colombia como son el Magdalena Medio, Puerto Boyacá, Llanos Orientales, Piedemonte llanero y Putumayo”, añadió.
Destacó que, en los primeros seis meses de 2024, Ecopetrol sigue siendo la principal empresa del país y “la mayor riqueza de los colombianos, el ser la líder nacional del sector de hidrocarburos”.
En este primer semestre tuvo una producción récord de 750.000 barriles, fruto del esfuerzo de todos los trabajadores y trabajadoras, directos y tercerizados, los ingresos alcanzaron $63,9 billones y la utilidad neta $7,4 billones. Los segmentos principales de Ecopetrol siguen siendo la producción con 750.000, el transporte de más 1,1 millones barriles por día, y la refinación de 428.000 barriles diarios, manteniendo niveles históricos de carga en las dos refinerías.
De un total de $28,3 billones, los tres eslabones originales de la empresa (producción, transporte y refinación) son los que generan el 85% del Ebitda aportando $24 billones del total. “Sin el sólido aporte del negocio original, Ecopetrol, no tendría capacidad para financiar al Estado como la ha hecho en los últimos años”.