Una nube espesa, la del escándalo, no deja ver con claridad la verdadera dimensión de la salida de Ricardo Bonilla del Ministerio de Hacienda, para que lo releve Diego Guevara, a quien le queda un desafío al que no se le ve luz al final del túnel.

Se trata de la crisis fiscal del país, que viene siendo opacada con los mensajes acusatorios de quién sabía y quién no, acerca de los famosos cupos indicativos que están en el escenario de corrupción en el caso de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD).

Aurelio Suárez, columnista, analista económico, político y de temas internacionales, y consultor en áreas públicas y privadas, mostró su preocupación alrededor de la situación fiscal del país, que está siendo opacada por el escándalo: Bonilla denunció a Ricardo Roa y el presidente Petro le habría pedido que lo denunciara; o la culpa del ahora exministro de Hacienda en los hechos de corrupción de la UNGRD, son las ideas que se barajan y que hacen perder de vista lo que realmente importa ahora, y es: ¿cómo va a hacer Guevara para salvar la patria?

Aurelio Suárez Montoya. | Foto: Juan Carlos Sierra

Este es el panorama

Suárez manifiesta que la preocupante situación fiscal del país viene de tiempo atrás y hasta el momento, en vez de resolverse, se ha agudizado más.

El Presupuesto General de este año tuvo que ser recortado en 28 billones de pesos; el de 2025 tiene un hueco de 12 billones que pretende ser cerrado con una ley de financiamiento que está más enredada que un nudo gordiano (sin posibilidad de encontrar las puntas para deshacerlo).

A juicio de Suárez, la aprobación de una ley de financiamiento a estas alturas del año legislativo está en veremos, pues aún ni siquiera hay asomo de posibilidades de que se logre radicar la ponencia en el Congreso, y ya solo queda un día para que termine esta semana, mientras al Legislativo no le queda más de una semana para concluir las sesiones ordinarias.

Sin plata y con deuda cara

El problema no es solo la desfinanciación del Presupuesto por falta de la ley de financiamiento, sino la estrepitosa caída en el recaudo tributario, mientras el país está pagando una deuda costosísima, con intereses que, al decir de Suárez, “son un gota a gota”.

Suárez retomó algunas cuentas que hicieron parte de un debate radial en el que participaron Paola Ochoa y otros intervinientes. Allí pusieron en el tapete que el recaudo tributario se desplomó en 8,2 %, según las cifras de septiembre. Si se mira el dato a octubre, la caída es de 7 %, lo que implica 16 billones menos en comparación con la meta trazada para ese corte. Esto, en medio de una economía débil, que no dará más del 2 %, lo que hace que el año entrante el panorama pueda ser peor.

La deuda pública colombiana está en niveles relativamente altos.

Lo peor es la deuda

Con todas esas cuentas, para Suárez, dentro de lo más delicado en materia fiscal que tiene el país, está la deuda, dentro de la cual “el principal problema no es solo el monto, son los intereses. El país está pagando 10 % en TES y más del 10 % en bonos de deuda soberana. Tenemos un spread (diferencia entre dos tasas de interés) que es ya casi de 800 puntos. Hoy la deuda pública colombiana es un gota a gota. No hay como domesticarla”, manifestó.

Potro salvaje para Guevara

La única manera de solventar la presión que hay sobre los intereses de la deuda, con un país que perdió el grado de inversión y no está avanzando en el camino de recuperarlo, es que se envíen señales muy claras, de confianza en las finanzas, es decir, algo que conduzca a rebajar los intereses.

Pero, por lo pronto, no se ve tan cerca esa salida, pues el Gobierno no tiene caja y hay varias urgencias financieras, como el déficit en salud, un Icetex sin plata para la educación superior, y solo se escuchan sectores golpeados por los recortes.

Muchos empiezan a hablar de que todo este coctel termine por llevar al gobierno a declarar una emergencia económica, por lo cual, surge el interrogante: ¿cómo será que Guevara va a enfrentar este potro salvaje?

Reunión del Gobierno con los coordinadores ponentes de la ley de financiamiento 2024, la segunda tributaria de Petro. | Foto: Ministerio de Hacienda