La Dirección General de Apoyo recalcó en un documento conocido por Dinero que la tarifa del impuesto al consumo de cigarrillos y tabaco elaborado en su componente específico aumentará para 2018 de 1.400 pesos a 2.100 pesos.La entidad aclaró además que en adelante, la tarifa del impuesto, se incrementará en el IPC más cuatro puntos.Recomendado: Esta es la reforma tributaria que regirá desde el primero de enero de 2017“En lo que hace al componente ad valorem, la base gravable corresponde al precio de venta al público efectivamente cobrado en los canales de distribución clasificados por el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane) como grandes almacenes e hipermercados minoristas. -actualizado en todos sus componentes en un porcentaje equivalente al del crecimiento del índice de precios al consumidor-“, agrega la entidad.Es decir, en uno y otro caso la actualización se encuentra ligada como mínimo al IPC, motivo por el cual de mantenerse el mismo nivel de consumo, podría suponerse que el impuesto estaría por encima de la inflación.Lea también: Recursos para innovación se perdieron en un asadero de pollos y un spaSegún el Ministerio de Hacienda, esta medida se tomó con el fin de desincentivar el consumo de estos productos, acercando el impuesto a los estándares internacionales, y de paso, generar mayores recursos para la salud.La cartera de Hacienda también recalcó que dicho impuesto se pasa en alguna medida a los consumidores en forma de precios de venta más altos, lo que lleva a la reducción del consumo y, por ende, a resultados positivos sobre la salud.Pero además ha aclarado que en la medida en que ello no ocurra (la reducción del consumo), el impuesto genera ingresos fiscales para contribuir a financiar los gastos que su consumo acarrea para el sistema de salud pública.Le podría interesar: Top of Mind de adultos 2016: alcohol, energizantes y cigarrillosAlgunos estudios, citados por las autoridades, han concluido que el pass-through a los consumidores a través del precio de venta ha sido muy bajo, menos de la mitad del impuesto, principalmente por diferenciación tarifaria al interior del país; mientras otras experiencias muestran un pass-through del cien por ciento y en casos específicos, un traslado más que proporcional del impuesto.Todo lo anterior, va en línea con la evaluación de acceso a la Ocde por parte del Comité de Salud del 2015, donde se recomendó al gobierno colombiano: mantener su compromiso de transferir más recursos al sector salud mediante la creación de impuestos dirigidos a productos que pueden contribuir a la carga de enfermedades crónicas: tabaco, bebidas alcohólicas, bebidas azucaradas.Sumado a lo anterior, señalan las autoridades, el impuesto al consumo de cigarrillos y tabaco elaborado en Colombia es bajo en comparación con estándares internacionales y se considera necesario desincentivar el consumo mediante el incremento de la carga tributaria, teniendo en cuenta las externalidades y costos que esto representa para el Sistema General de Seguridad Social en Salud.Carga financieraLa morbilidad y mortalidad asociada al tabaquismo genera una carga financiera importante sobre el sistema de salud. Diversos análisis citados por el Gobierno Nacional estiman que el costo anual directo en el sistema de salud, atribuible al tabaquismo es de 4,26 billones de pesos.Lea también: El impuesto a cigarrillos no ha reducido el consumo: ColtabacoLa tributación al tabaco es una medida efectivaLa evidencia empírica internacional, citada por el Gobierno, muestra de manera robusta que la tributación al tabaco se constituye en una medida excepcionalmente efectiva para reducir los efectos negativos generados por el consumo del tabaco.De acuerdo con la evidencia internacional, el aumento del impuesto al tabaco contribuye, según los mismos reportes de las autoridades del orden nacional a:Que fumadores dejen de fumar o reduzcan el consumo de tabaco. Según la OMS (2015), el aumento del impuesto del tabaco se constituye en la medida más efectiva para reducir el consumo.Prevenir que otras personas empiecen a fumar, particularmente los jóvenes y los más pobres.Reducir la carga de enfermedades no transmisibles en el mediano y largo plazo.Reducir el gasto asociado a las enfermedades relacionadas con el consumo del tabaco, las cuales tienden a ser excesivamente costosas.Generar recursos adicionales que pueden ser utilizados para financiar programas de salud y/u otros servicios públicos.
“Cabe mencionar que el incremento de los impuestos al tabaco es una medida relativamente económica y (técnicamente) fácil de implementar”, agregó el Ministerio de Hacienda.