Con el arranque del cobro del impuesto predial comenzaron también las angustias de muchos. Este año ese gravamen local aumentará en varias regiones debido a los atrasos en la actualización catastral y al apretón fiscal. Por eso, algunos anticipan que su pago tendrá un fuerte impacto en la economía personal de muchos propietarios de inmuebles en el país.En ciudades como Ibagué, Tunja, Bucaramanga y Barranquilla ya se han presentado fuertes polémicas. En Tunja incluso hubo ‘cacerolazo‘, todo por cuenta de los elevados incrementos que ha sufrido el valor del impuesto predial para sus ciudadanos.Esta escena no es nueva: se ha presentado en los últimos años, cuando las Alcaldías han tratado de actualizar el valor de sus predios. Pero en este se complica por cuenta de la temporada electoral y del apretón fiscal del gobierno nacional, que ha obligado a los alcaldes a gestionar más recursos para cumplir sus planes de desarrollo y atender las necesidades de sus municipios. Debido a la desaceleración de la economía, las ciudades han visto una caída importante en el recaudo y este año buscarán alternativas para aumentarlo.Puede leer: ¿Por qué es importante saber si la economía crece a la hora de invertir las cesantías?Esa circunstancia impactará con fuerza las finanzas de muchos hogares porque les resultará más costoso pagar el impuesto predial. Este impuesto se cobra como un porcentaje de entre el 1 por mil y hasta el 16 por mil sobre el valor catastral de los predios. La tasa depende del estrato y el uso del inmueble.Durante los últimos años, el predial ha aumentado debido al esfuerzo de muchos municipios por actualizar su información catastral, a las revisiones de los planes de ordenamiento territorial (POT) que causan cambios en la clasificación del suelo y al fuerte aumento que ha tenido el precio de las viviendas en el país.Ante el boom que tuvo la finca raíz en años pasados, el precio de la vivienda aumentó en 300 por ciento durante los últimos 20 años y en la última década se ha duplicado. Y si el valor de la vivienda aumenta, el avalúo catastral y el impuesto crecen, pues una norma exige que el avalúo no puede ser inferior al 60 por ciento del valor comercial del inmueble, es decir, lo que el mercado está dispuesto a pagar.Históricamente, el avalúo catastral ha estado muy lejos del comercial. En algunos casos representa el 30 por ciento de este, afirma Fedelonjas, y agrega que en la última década en varios municipios se han ido acercando esos valores. En Bogotá, por ejemplo, es prácticamente igual. No obstante, el Departamento Nacional de Planeación (DNP) asegura que el promedio de desactualización catastral del país es de 11,2 años aproximadamente, es decir, más de dos veces lo establecido por ley, que dice que se debe actualizar cada 5 años.De los 16,4 millones de predios que habría en el país, se estima que cerca de una tercera parte no tiene sus catastros actualizados, dato que llega a dos terceras partes en cuanto a los predios rurales.Por esta razón, los municipios han comenzado a buscar que el catastro evolucione de acuerdo con el valor del patrimonio de los dueños de los bienes. Sin embargo, cuando aparecen nuevos predios o hay cambio de uso (porque los que eran lotes ahora son casas o edificios, o las residencias se vuelven locales), se presentan los cambios abruptos en el impuesto predial.Le sugerimos:Tips para invertir en el 2018Es el caso de ciudades como Ibagué. “Aquí no se adelantaba una actualización catastral desde hace 8 años y en esta que realizamos aparecieron 18.000 nuevos predios. Además, en este lapso el valor de las propiedades pasó de 8 a 13 billones de pesos según el Igac”, explica el alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo. Para él, los alcaldes tienen poco margen de maniobra y están supeditados a lo que diga el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (Igac), la entidad encargada de hacer la actualización catastral en buena parte del país.Para aliviar el bolsillo de los contribuyentes, muchos municipios ofrecen descuentos por pronto pago, pagos por cuotas o hacen acuerdos de pago. No obstante, cabe recordar que hay una restricción: a nadie se le puede duplicar el valor del impuesto de un año a otro y el usuario puede reclamar si considera que su vivienda no vale lo que dice la autoridad catastral.Barranquilla emprendió hace un año un proceso para tener su propia oficina de catastro como otras grandes ciudades como Bogotá, Cali y Medellín. Tenerla permite que el catastro permanezca actualizado y los incrementos de los prediales no resulten tan bruscos. No obstante, en algunos casos han aumentado considerablemente ante las realidades prediales de las ciudades, que cambian por la dinámica de la vivienda y la construcción.De acuerdo con la Secretaría de Hacienda de Bogotá, el incremento del impuesto predial en la capital para 2018 estaría por el orden del 8 por ciento, menos de lo que creció el avalúo catastral porque los topes se modificaron el año pasado. Con esto, la capital espera recaudar por predial alrededor de 2,8 billones de pesos. Sin embargo, el alcalde Enrique Peñalosa anunció a finales de diciembre que para los predios en estratos 1 y 2 el incremento será del orden del 10 por ciento para lograr su actualización.El catastro es una herramienta esencial para la gestión municipal en los temas de planeación urbana, ordenamiento territorial, mitigación de riesgos, prevención sísmica, formalización de propiedad, restitución de tierras y fortalecimiento de las finanzas públicas, entre otros aspectos. Es una información crucial para que la ciudad funcione bien y por eso debe reflejar la realidad del territorio, afirma Claudia Puentes Riaño, directora de la Unidad Administrativa Especial de Catastro Distrital.Para la funcionaria, es de vital importancia llevar a cabo el reajuste anual de los avalúos catastrales y que estos evolucionen en consonancia con el aumento patrimonial de los propietarios. “Es un factor de equidad; si se valorizó su patrimonio, es justo que sus obligaciones aumenten”, agrega Puentes.Alcaldes buscan más recursosEl impuesto predial es, además, una de las fuentes de financiación más dinámicas en los municipios y puede representar hoy alrededor de una tercera parte de sus ingresos tributarios. Por eso, el Departamento Nacional de Planeación impulsa la adopción de un catastro multipropósito rural-urbano, para contar con la totalidad de la información catastral del país para 2023.No obstante, los alcaldes consideran que para tener una información catastral actualizada es necesario eliminar el monopolio que ejerce hoy el Igac y pasar a un modelo más descentralizado. Fernando Guzmán, director de Asocapitales, gremio que reúne a los alcaldes de varias capitales de departamento, asegura que hay que darles herramientas y estímulos a los municipios para que tengan sus propios catastros. Obviamente, con unas reglas unificadas, un gran control y fuentes de financiación claras porque el Igac se quedó corto.En contexto: ¿Por qué cae el dólar en el mundo?Ante el apretón fiscal que ha tenido que hacer el gobierno nacional, habrá cada vez menores recursos de cofinanciación y los gobiernos locales tendrán que reforzar la búsqueda de nuevos recursos, por lo que es claro que seguirán los ajustes en impuestos como el predial, afirma Carlos Vicente Ramírez, director adjunto de Fitch Ratings Colombia y experto en finanzas públicas.En 2016 los municipios recaudaron por predial 6,36 billones de pesos (0,77 por ciento del PIB). Y, según cifras de Planeación Nacional, durante los últimos 5 años ese monto ha crecido un promedio anual de 10,48 por ciento.Muchos municipios acuden a otros impuestos como los de valorización para financiar el desarrollo de vías, con lo que unos pocos pagan por las obras. Por eso, es necesario acelerar la actualización catastral, tanto en las ciudades como en el campo donde abundan los lotes de engorde y las tierras improductivas. El nivel de actualización catastral en el área urbana es del 72,6 por ciento, mientras que en la zona rural es solo del 35 por ciento.En la medida en que todos los colombianos paguen impuestos en relación con su nivel de riqueza será más fácil equilibrar las finanzas públicas territoriales y lograr una mayor justicia entre la carga tributaria y la capacidad de pago de los hogares. Mientras tanto, los que pagan el impuesto predial deberán alistar el bolsillo.