En un momento de debate electoral, como corresponde a una democracia que está próxima a elegir a un nuevo presidente, todos los temas son válidos para generar polémicas y hacer populismo. Sin embargo, en aras de la neutralidad, son los números los que deben ponerse en el visor para dirimir los conflictos de pensamientos desde distintos ángulos.

El resultado de la inflación de Colombia en 2021 ha dado para todo. A la idea que lanzó a mediados de diciembre de 2021 el Banco de la República, luego de que el Gobierno diera a conocer que el aumento en el salario mínimo iba a ser de 10,07%, se han pegado los críticos del Gobierno. Los codirectores del Emisor señalaron que un incremento inusual del salario mínimo podría conducir a una mayor dificultad a la hora de controlar la inflación, tema que es del resorte de los integrantes de la junta directiva del BanRepública, que son los rectores de la política monetaria.

Sin embargo, la inflación anual de Colombia en 2021, de 5,6 %, según el informe presentado por el Dane, ya venía con tendencia al alza o, al menos, más allá del rango meta que por varios años se estableció en el país (entre 2 y 4 %). Es decir, en 15 días, luego de conocerse el incremento del salario mínimo no podía causar un efecto como para llevar la cifra al nivel en el que se ubicó al cierre del año.

De hecho, las inflaciones al alza son casi una generalidad, principalmente, en los países de la OCDE, con los que ahora se compara Colombia, por ser miembro de ese club de naciones con buenas prácticas. Allí están, tanto las economías más desarrolladas, como algunos países emergentes como Colombia. Por tanto, es totalmente lógica la comparación.

Pues bien, si se pone el visor al resultado de 21 de las economías de países de la OCDE, la inflación de Colombia (contando con el dato de noviembre, para poder hacer el comparativo, teniendo en cuenta que a muchas de las otras naciones aún les falta tener el dato de diciembre), está entre las más bajas y es similar a la de Alemania (5,2 %) o a la de Irlanda (5,3%).

Inflación en países de la Ocde | Foto: Ocde

En definitiva, como señaló el presidente Iván Duque, la inflación de nuestro país “es una de las más bajas si se compara con la registrada en países de América Latina y de la OCDE durante el año pasado”.

El mandatario, quien ha sido objeto de críticas, por haber tomado la decisión de aumentar un salario mínimo en 10,07% en su último año de Gobierno, pese a que muchos economistas estiman que esa situación puede causar presiones inflacionarias, enfatizó en que “cerramos el año 2021 con una inflación alta en comparación con los últimos años, pero, ojo: que no aparezcan esas aves de mal agüero, los oportunistas y los politiqueros a tratar de decir que este es un fenómeno endógeno. ¡No, señor! La humanidad hoy, por la recuperación poscovid, está viendo un fenómeno inflacionario mundial”.

Inflación de Colombia en 2021 | Foto: Dane

Muchas razones

La tendencia al alza de la inflación, que no es un caso particular de Colombia, tiene varias razones, pero el común denominador es el coletazo de la crisis mundial sanitaria, que todavía causa incertidumbre, debido a la aceleración de casos en medio de una variante nueva: la ómicron. Eso, sumado a la escasez de suministros, de materias primas y logística, sin dejar de lado el precio del dólar, que no se baja de los 4.000 pesos, está teniendo impacto en un país como Colombia, que mantiene un comercio internacional abierto, a partir del cual abastece la demanda de productos que tienen los hogares.

La buena noticia es que, una inflación alta, con un crecimiento de la economía en el mismo camino (la expectativa es cercana al 10 %), podría no ser tan nocivo. Sin embargo, no hay que quitar del radar que la inflación es catalogado por muchos analistas como el peor impuesto, principalmente para los pobres, que destinan la mayor parte de su ingreso en la adquisición de los alimentos, por lo que los precios altos les quitan posibilidad de cubrir otros gastos como educación, salud y bienestar.

Lo clave, para que la situación no se desborde, es que el Banco de la República siga aplicando medidas para conducir el barco. Esto es, incrementando las tasas de interés de referencia, lo que ayuda a moderar la toma de créditos para consumo y equilibra la ecuación oferta y demanda, y, por consiguiente, permite estabilizar la inflación.

Un reciente informe del Flar (Fondo Latinoamericano de Reservas) recordó que no hace mucho tiempo (en 2020), el funcionamiento de los mercados financieros estuvo en peligro. Los países adquirieron deudas y los bancos centrales tuvieron que tomar medidas poco habituales. Ese contexto ha ayudado a posicionar la tendencia al alza de la inflación, tanto en el hemisferio norte como en el sur. Lo importante es no seguir atrapado en las trampas de los conflictos políticos, sino buscar salidas que verdaderamente favorezcan al país y no a intereses particulares.

El tercero con mayor crecimiento en países OCDE

El hecho de que el crecimiento de la economía esté más dinámico de lo esperado por el mercado es un indicador de que la reactivación se está dando y, por lo tanto, hay esperanza de generación de empleo y de que, por esa vía, el ritmo de la producción sea estable. Si los ciudadanos tienen ingresos, pueden adquirir bienes y servicios, formándose así una ola de bienestar para todos. Esa es la expectativa con Colombia, país que, entre los miembros de la Ocde, sería el tercero con el crecimiento más alto en 2021, solo superado por Chile y Perú, según las proyecciones que se tienen hasta ahora.

El dato oficial del crecimiento económico del año que terminó será revelado oficialmente por el Dane el 15 de febrero. Los pronósticos, hasta el momento, apuntan a que el país tendrá el indicador entre los mejores. Inclusive, algunos analistas estiman que se acercaría más hacia el 10 %.

Proyección de crecimiento de la economía colombiana para 2021 | Foto: Ocde