Después de la pandemia, la inflación se convirtió en uno de los temas más sensibles para la economía nacional, pues en marzo de 2023 alcanzó su nivel más alto del presente siglo (13,34 por ciento). Esto, a su vez, llevó al Banco de la República a subir igualmente sus tasas de interés a máximos de más de 23 años.
Por este motivo, lograr una adecuada lectura de lo que podría venir con la inflación el año pasado no solo fue valioso para tener una mejor noción de la salud de la economía nacional, sino también para tomar decisiones de inversión.
Mensualmente, el Banco de la República consulta a analistas de entidades y gremios financieros para conocer sus expectativas sobre el costo de vida y al cierre del año pasado, los más acertados fueron, en su orden, los de Aval Casa de Bolsa, Corficolombiana, Asobancaria, Banco AV Villas, Davivienda y Banco de Occidente.
En general, los economistas esperaban que la inflación descendiera del 9,28 por ciento, con el que terminó 2023, a un dato cercano al 5,5 por ciento (quedó en 5,20), y aunque los analistas tenían clara la tendencia, no todos pudieron pronosticar la cifra final.
Esto se debe a ítems como los alimentos, que representan el grupo de gasto con mayor peso en el cálculo de la inflación. Sus precios son altamente volátiles por múltiples variables, como fenómenos climáticos que afectan la producción, interrupciones en las cadenas de transporte, alza del dólar que encarece los productos importados, fluctuaciones en los precios de insumos y choques de demanda.
Otra dificultad para pronosticar lo que puede pasar con el nivel de precios radica en no poder ver oportunamente los cambios de tendencia. Por eso, para los analistas más acertados, la clave está en complementar los modelos estadísticos con análisis detallados de los diferentes rubros que componen la canasta familiar.
Hacer pronósticos no es una tarea sencilla, sobre todo cuando se hace a la vista de un año, por eso es importante reconocer a aquellos que lograron los mejores resultados.
Así va la inflación en 2025
La inflación se mantuvo estable en 5, 2% por cuarto mes consecutivo en febrero, ya que un aumento más rápido en los costos de alimentos compensó presiones de precios más suaves en transporte.
Los analistas que fueron consultados para este especial esperan que la inflación disminuya en 2025 y quede en 4,29%, es decir por encima del límite superior del rango objetivo del Banco de la República (que es de entre 2% y 4%).
Sin embargo, un creciente déficit en el suministro de hidrocarburos representa un riesgo alcista, mientras que la política monetaria es un factor clave a monitorear.