Cuando los afiliados a los fondos de pensiones y cesantías comiencen a recibir sus extractos de 2019 en los próximos días, se sorprenderán positivamente. Este año viene con noticias gratas. A 2019 lo marcaron la desaceleración y la incertidumbre en la economía global, pero terminó como un excelente año para los portafolios de inversión y, de paso, para los mercados financieros. Esto benefició tanto a los dueños de grandes fortunas como a los fondos de pensiones y a sus afiliados en el país. Las 500 personas más ricas del planeta, por ejemplo, nunca habían acumulado tanto dinero como en 2019. En ese año elevaron su patrimonio un 25 por ciento más que en 2018, según el índice de la agencia Bloomberg.

Los fondos de inversión también tuvieron un muy buen año. Se estima que la rentabilidad de los fondos obligatorios administrados por las AFP –de propiedad de unos 16,5 millones de afiliados– se acercó al 17 por ciento efectivo anual en 2019. Una inversión tradicional como un CDT rindió alrededor del 5 por ciento. En plata blanca, esto significa que los fondos abonaron a las cuentas de sus clientes más de 40 billones de pesos en rendimientos. Se trata de una cifra récord en la historia de los fondos de pensiones en el país. Con esto, el ahorro pensional administrado por los fondos privados habría alcanzado a finales del año más de 306 billones de pesos, una cifra equivalente a casi la tercera parte del PIB del país. De ellos, 281,3 billones en fondos de pensiones obligatorios, 12,7 billones en cesantías y 12 billones en fondos voluntarios.

“Estamos muy contentos con los resultados obtenidos. Sin embargo, hay que recordar que hay que mirar en el largo plazo la rentabilidad de este tipo de portafolios”, dice Alonso Ángel, vicepresidente de Inversiones de Porvenir, la administradora que maneja alrededor del 44 por ciento del mercado. El dato de rentabilidad acumulada de la industria desde 1994 está alrededor del 8,5 por ciento efectivo anual, un muy buen registro. Sin embargo, la gran pregunta es si el buen comportamiento de las inversiones se mantendrá a futuro. Buenas razones El buen comportamiento de los portafolios en un año de desaceleración obedece a que los diferentes tipos de activos financieros tuvieron un desempeño sobresaliente en 2019 y recuperaron las pérdidas registradas en 2018. Las bolsas americanas alcanzaron nuevos récords históricos, las acciones en Colombia tuvieron una fuerte recuperación y la deuda pública un buen comportamiento. Todos los activos rentaron positivamente. Sobre todo explica este comportamiento el cambio en la política monetaria de la Reserva Federal, el banco central de Estados Unidos, así como de otros del mundo. A comienzos de 2019 se esperaban varios aumentos en la tasa de interés, pero la FED las bajó ante las señales de desaceleración. Eso hizo que los inversionistas buscaran rentabilidad en las acciones y otro tipo de activos.

Las acciones en Estados Unidos se valorizaron alrededor de 31,9 por ciento, medidas por el Standard & Poor’s 500, uno de los índices bursátiles más importantes del mundo. Lo mismo ocurrió con las acciones en Colombia. El principal índice de referencia, Colcap, tuvo un retorno total de 30 por ciento, luego de años complicados. A esto se suma que la deuda pública se valorizó alrededor del 9,48 por ciento, mientras que las rentabilidades en deuda corporativa ascendieron a cerca del 9 por ciento. Más que la deuda global, que rindió el 6,94 por ciento.

Ante el buen comportamiento de todos los activos financieros, los fondos de pensiones y los fondos de inversión colectiva tendrán rendimientos récord. A la izquierda, Germán Arce, presidente de Asofiduciarias, a la derecha, Santiago Montenegro, presidente de Asofondos. Por eso los fondos de mayor riesgo –que tienen una mayor participación en acciones– ganaron más que los otros. En efecto, el portafolio conservador de los fondos de pensiones rindió alrededor del 12,1 por ciento, mientras el de mayor riesgo alcanzó más del 20,7 por ciento. La expectativa de un acuerdo comercial entre Estados Unidos y China también favoreció los activos de riesgo como las acciones. Mientras tanto, el temor de una posible recesión elevó la demanda por activos refugio como el oro, los tesoros y el dólar. Y la devaluación ayudó a valorizar los portafolios en el país a pesar de la fuerte corrección de diciembre. En efecto, el peso se devaluó 11 por ciento si se compara su cotización promedio anual.

Sin duda el buen comportamiento de los mercados favorece a todas las entidades con portafolios de inversión, tanto de terceros como propios. A noviembre de 2019 los Fondos de Inversión Colectiva (FIC) abonaron rendimientos a sus miles de inversionistas por 2,6 billones de pesos, un aumento del 23 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior, dice Germán Arce, presidente de Asofiduciarias. Por eso es probable que los resultados de todas las entidades del sector financiero se vean favorecidas por el año de las inversiones. ¿Se repetirá? Felipe Gómez, director del fondo de inversión Ashmore, cree que en 2019 ocurrió un tema sistémico en todo el mundo, por lo que hay que pensar a largo plazo. Sobre 2020 cree que será un buen año para las inversiones pero nadie debería esperar rentabilidades extraordinaria como en 2019. Las bolsas de Estados Unidos están en máximos, los TES en niveles bajos y las acciones en Colombia aún tienen margen de valorización. Muchos consideran que las acciones repetirán el año como la mejor inversión. El entorno de bajas tasas de interés y un ritmo de crecimiento global alrededor de 3,3 según el Fondo Monetario Internacional ofrecen buenos augurios. Pero otros factores generan incertidumbre. Viene una fase más compleja de negociación comercial entre Estados Unidos y China, el desenlace del brexit y la debilidad económica de Europa, el impeachment de Donald Trump y su efecto sobre las elecciones presidenciales, así como los conflictos geopolíticos en Medio Oriente. Por eso Germán Cristancho, de Corredores Davivienda, cree que el segundo semestre será más apretado y por eso recomienda cautela al invertir.

Colombia seguirá creciendo por encima de la región y eso les permitirá a los activos financieros tener un desempeño positivo sin desconocer los grandes retos en materia fiscal, como el enorme déficit de cuenta corriente. El buen desempeño de los mercados financieros en un año complejo deja reflexiones en varios frentes. La primera: es clave mantener portafolios de inversión diversificados. La mayoría de los ahorradores colombianos que son muy conservadores a la hora de invertir y optan por cuentas de ahorro y CDT, quizás no se beneficiaron del rally de los mercados. Por eso el Gobierno debería incentivar a las personas naturales para invertir en acciones y fomentar la educación financiera.

Los grandes portafolios del sector público tampoco tuvieron grandes desempeños pues son bastante conservadores. Por eso hay que retomar las reformas planteadas por la Misión de Capitales para mejorar el rendimiento de los fondos públicos. En el Plan Nacional de Desarrollo quedó incluido un artículo para que entidades territoriales lleven sus recursos –hoy en los bancos–, a la tesorería del Ministerio de Hacienda para darles unos mejores rendimientos.

Por último, hay que pensar en el largo plazo. En este sentido, resulta urgente aprobar una reforma pensional y flexibilizar los regímenes de inversión de los fondos para permitirles alcanzar mayores rentabilidades. Solo así los buenos resultados podrían repetirse.