Lo que es mejor en términos de cambio climático y cómo debe ser una transición energética parece que es algo dinámico. Al menos, así lo evidencian las medidas que se toman con relación a los vehículos para la movilidad de las familias.
Hace un poco más de dos años, en julio de 2022, la industria automotriz criticó el incentivo a los vehículos híbridos, justamente por lo que ahora sustenta el gobierno para ponerles un IVA incremental: del 5 al 19 %: las emisiones de gases de efecto invernadero que causan el cambio climático.
En ese sentido, Eduardo Visbal, vicepresidente de comercio exterior de Fenalco, quien hace apenas unos días se mostró animado con el incremento en la venta de carros híbridos (según el informe a agosto, las ventas en este segmento crecieron en 45 %), se despachó ahora contra el gobierno.
Si bien es clave y necesaria la transición energética para dejar atrás los que utilizan combustibles fósiles, se trata precisamente de lo que implica esa palabra: transición. En ese sentido, a juicio de los voceros del comercio automotriz, un sector que ha sido fuertemente golpeado por la desaceleración de la economía, manifestaban que era ideal que el gobierno siguiera estimulando la tecnología híbrida.
¿Por qué el gobierno dejará de beneficiar lo híbrido?
Sin embargo, una vez que apareció la reforma tributaria, ya evidenciando un contenido más oficial de lo que tendrá el proyecto de ley, la polémica no se hizo esperar. De acuerdo con lo expresado por el Ministerio de Hacienda, ante los congresistas que son coordinadores ponentes y ponentes del Presupuesto General de 2025, a los vehículos híbridos se les incrementará el IVA, del 5 al 19 %.
El mensaje enviado con el anuncio de esa medida, es que ahora se estimulará será la compra de vehículos eléctricos, que son los que quedan sin impuesto. En la sustentación del Ministro Bonilla, frente a los congresistas, argumentó que hace dos años, basados en un concepto de la Dian, se había generado un incentivo a los vehículos híbridos, con el argumento de que eran ecológicos. Pero en realidad, lo que se ha demostrado es que la mayor parte de los vehículos que han asumido ese incentivo no ahorran nada. “Son eléctricos bajo el empuje de la gasolina. Es decir, son más consumidores de gasolina que de generación eléctrica, pero asumieron exenciones como si fuera un vehículo eléctrico”.
Es algo prematuro: expresidente de Andemos
Desde la perspectiva de expertos en temas automotrices, el expresidente del gremio Andemos, Oliverio García, señala que eliminar los beneficios del IVA para los híbridos en este momento es prematuro. “Podría obstaculizar el progreso logrado y frenar la transición hacia vehículos completamente eléctricos”, advierte.
García agrega que “es más probable que una persona migre a un vehículo eléctrico después de tener la experiencia con un vehículo híbrido que con un vehículos 100 por ciento combustión”.
Por esa razón, desde la perspectiva del expresidente de Andemos, “es necesario plantear un enfoque más gradual, que retire los beneficios conforme el mercado de vehículos eléctricos se consolide mediante menores costos de estas tecnologías y se consolide una infraestructura de carga a nivel nacional que permita una transición fluida y efectiva hacia la movilidad de cero emisiones”, argumentó.
Sería catastrófico’, dice Fenalco
Para Visbal, “este gobierno es incoherente”. De hecho, el vocero del gremio de comerciantes expresó que “sería catastrófico” que esa medida fuera aprobada. A su juicio, “el IVA al 19 % los hace inviables comercialmente, debido a los altos costos”.
Según manifiesta Visbal, “lo incoherente consiste en que este gobierno que promueve la descarbonización, eche para atrás con la tecnología hibrida que es uno de los pilares para la transición a las tecnologías eléctricas”.
Problema de costo
La gran dificultad con la transición energética es que no haga honor al significado de la palabra. Para las familias colombianas, un carro es una inversión a largo plazo que no puede pasar de un momento a otro de una tecnología a otra. En el caso del vehículo híbrido, que tiene 2 motores, uno de combustión interna y otro eléctrico, pueden costar en promedio entre 70 y 180 millones de pesos. El eléctrico, no solo tendría un alto costo, sino que el país aún no tiene la infraestructura para que muchos colombianos migren a ellos.
El tema ambiental, sin duda, se colará en las discusiones de la reforma tributaria.