En una era multipolar marcada por la especialización productiva y las cadenas de suministro global, Birchenall resaltó la conexión entre el crecimiento económico y la desigualdad. A pesar de los avances en América Latina y específicamente en Colombia en materia de desigualdad en este milenio, la región sigue siendo una de las más desiguales a nivel global.

“Básicamente, vivimos en un mundo donde el crecimiento económico y la desigualdad van de la mano”, dijo el profesor Birchenall.

Históricamente, Colombia ha experimentado un crecimiento económico estable pero moderado desde la posguerra, sin lograr integrarse plenamente al suministro global. Aunque el comercio internacional ha aumentado, lo ha hecho a ritmos inferiores en comparación con otros países similares, debido a la alta concentración en materias primas.

El ingreso medio real en Colombia ha experimentado un aumento significativo, pasando de 2.000 dólares en 1960 a 7.000 dólares en 2022, según datos del Banco Mundial. Sin embargo, este crecimiento económico no ha sido equitativo, dando paso a una creciente desigualdad.

Javier Birchenall, profesor de economía de la Universidad de California. | Foto: ESTEBAN VEGA LA ROTTA

El profesor Birchenall subrayó la importancia de comprender y medir la desigualdad económica. Señaló: “Aunque todos valoramos la igualdad de oportunidades, toleramos cierta desigualdad económica como incentivo para el estudio, el trabajo, la asunción de riesgos y la innovación”. Para el académico, la medición de la desigualdad implica analizar las diferencias en ingresos o riqueza, así como evaluar la movilidad social e intergeneracional.

En América Latina se ha experimentado un aumento en la movilidad social, con mejoras en el acceso a la salud y en la cantidad de años de educación de sus habitantes. Sin embargo, Birchenall identificó tres desafíos clave para Colombia:

1. Crecer la economía colombiana:

- Reconocer la importancia del crecimiento económico en la agenda del país.

- Identificar ventajas comparativas como estabilidad macroeconómica, fuerza laboral educada, ubicación estratégica y capital natural (capacidad agrícola, biodiversidad, abundancia de recursos para una transición energética).

- Superar barreras como la baja productividad y la polarización en la distribución de empresas.

“Básicamente, vivimos en un mundo donde el crecimiento económico y la desigualdad van de la mano”, dijo el profesor Birchenall. | Foto: ESTEBAN VEGA LA ROTTA

2. Crecer el dinamismo social:

- Reconocer la importancia de la movilidad social en la agenda del país.

- Abordar tensiones sociales asociadas con sistemas rígidos.

- Garantizar oportunidades de éxito económico mediante educación, atención médica y seguridad, especialmente en niveles educativos bajos y mercados informales.

3. Crecer el encadenamiento global:

- Reconocer la importancia de la integración en las cadenas de suministro global.

- Considerar estrategias como el nearshoring para aprovechar costos bajos, trabajadores capacitados y afinidad cultural.

Según Birchenall, “Colombia ha tenido un crecimiento económico estable pero moderado, y aunque la desigualdad y la movilidad social han mejorado, la región aún enfrenta desafíos en estos aspectos”. El profesor subrayó que la desigualdad puede cambiar rápidamente sin sacrificar el crecimiento económico.

En el cambio tecnológico y la integración global continua, Birchenall enfatizó la necesidad de encadenarse al mercado de exportaciones globales, mejorar el clima de negocios e incentivar la competencia y la productividad. A pesar de ser atractiva para la inversión extranjera, Colombia necesita invertir más en capital humano en poblaciones menos favorecidas y fomentar un mayor dinamismo empresarial.

Al final de su conferencia, Birchenall concluyó que el crecimiento económico y la desigualdad en Colombia están entrelazados en una compleja dinámica y que abordar estos desafíos requerirá un enfoque integral que reconozca la importancia del crecimiento económico sostenible, la movilidad social y la integración global en la construcción de un futuro más equitativo para los colombianos.