Aunque las señales globales apuntan a que la economía saldrá del foso y entrará en un repunte en el 2021 que, según las proyecciones más recientes del Fondo Monetario Internacional (FMI) será de 5,2 por ciento, la incertidumbre puede más para las grandes marcas que anuncian decisiones drásticas.

Esto sucede con la famosa marca de moda Gap que, aunque a la luz de la pandemia, reaccionó rápidamente y se embarcó en producción de tapabocas y otros artículos que puso en el mercado el coronavirus, parece que no ha podido amortiguar las pérdidas.

Este miércoles, la compañía estadounidense anunció que está evaluando el cierre de tiendas en Europa, tras una revisión de la rentabilidad que tienen en medio de esta crisis que aún no tiene luz en el final del túnel.

“Hoy anunciamos la revisión estratégica de las opciones de la actividad de Gap en Europa. Entre las vías de estudio se encuentra el posible cierre de tiendas de Gap en Reino Unido, Francia, Irlanda e Italia” anunció Mark Breitbard, director internacional de la marca Gap, en un comunicado publicado en la pagina web del grupo.

Pese al anuncio, la materialización de la decisión se producirá en forma paulatina, de aquí al final del del segundo trimestre de 2021, según agregaron en su comunicado.

Por crisis o por cambio

Son varias las compañías que han hecho anuncios de recortes de personal y cierre de tiendas. Y no solo del sector textil y de la moda. En muchas ocasiones, sustentan sus decisiones en una revisión del modelo de distribución y de comercialización, lo que lleva a poner en la balanza si está pesando más la crisis económico o es realmente una transformación, acelerada por la pandemia.

La presencia del coronavirus en el mundo llevó a evidenciar que la era del internet está más presente que nunca, con un comercio más electrónico, lo que está haciendo pensar a las compañías en una migración necesaria hacia nuevos modelos de venta.

Lo cierto es que, en el caso de Gap, la revisión de su modelo de distribución y de comercialización en Europa podría provocar el cierre de su centro europeo de distribución en Rugby, Reino Unido, indicaron las fuentes.

El comercio ha sido uno de los más golpeados en la crisis de la pandemia. Más aún, el de productos como la moda, que no están en primera línea de las necesidades. Foto: Getty Images-BBC. | Foto: Getty Images-BBC

Traspaso a terceros

Sin embargo, las alternativas que bajara el grupo con su operación en Europa, dan indicios de que está pensando más la crisis económica que la necesidad de una transformación, puesto que, según la agencia de noticias AFP, también estaría sobre la mesa el traspaso de actividades a terceros que estén interesados en el proyecto de expansión del modelo de cooperación, mediante franquicias. Esta alternativa suele ser benéfica tanto para el que ofrece como para el que recibe el negocio, pues se trata de ofrecer el valor de la marca, en imagen y posicionamiento en el mercado, para que el negocio directo con el consumidor lo retome un tercero. En la mayoría de los casos, se trata de un modelo eficaz y rentable que permite expandir la marca con la renovación que le impregna un nuevo distribuidor.

Es más, el modelo del franquiciado ya es un componente fuerte en el negocio de Gap. Según el grupo, "gracias a las franquicias, la marca Gap llega a clientes de 35 países con más de 400 tiendas y 14 páginas de comercio electrónico”.

Hay que recordar que Gap, antes del coronavirus, contaba con 129 tiendas en Europa, mientras que entre febrero y agosto de este año, desde que la pandemia empezó a hacer de las suyas con el comercio por un confinamiento estricto, han sido cerradas 11 tiendas en Europa, 66 en Norteamérica y 10 en Asia.

En ese contexto, las pérdidas reportadas por el grupo, en el segundo trimestre del 2020, representan el 18 por ciento de los ingresos. En ese periodo, sus ventas ascendieron a 3.300 millones de dólares.

Con información de AFP