Sebastián Piñera vivió entre aviones, no solo por haber sido integrante de una de las familias millonarias de Chile, sino porque en su lado empresarial también se embarcó en negocios relacionados con el transporte aéreo. Paradójicamente, este martes 6 de febrero se confirmó su muerte en un accidente aéreo.
Fue el dueño de la mayor parte de acciones de LAN Chile, actualmente Latam, la aerolínea más importante en su país. No obstante, también puso el ojo en otros negocios, por lo cual llegó a ser dueño de una fortuna, catalogada entra las más grandes de esa nación.
Registraba en la revista ‘Forbes’, en los escalafones de los multimillonarios, con una fortuna de 2.700 millones de dólares, lo que lo ubicaba entre los 10 más ricos de Chile.
Fue en el año de 1994 cuando ingresó al negocio del transporte aéreo, según recuerda el diario Clarín. Para ese momento, arrancó con la compra de un 16 % de la aerolínea chilena LAN. Años más tarde ya tenía el 26 % de la participación. Sus afectos por la movilidad en los cielos fue tal que hasta piloteaba su propio helicóptero.
La situación con la propiedad de la aerolínea se enredó cuando Piñera destapó su aspiración presidencial y, como una promesa de campaña, dijo que vendería las acciones de LAN. Luego de su triunfo, la valorización de los títulos acumuló grandes ganancias en la bolsa de valores de Santiago. Pero él tuvo que hacer la venta y la retrasó el famoso terremoto ocurrido en su país, lo que lo llevó a perder una fuerte suma en dólares.
Otros negocios de hondo calado
El negocio de los aviones fue solo uno de los que conquistaron al millonario empresario. No en vano, su vida laboral empezó en una empresa de asesorías financieras, conocida como Infinco (Ingeniería Financiera y Comercial).
Incursionó en el mundo de la banca, gerenciando el banco Talca; se le conoce como creador de la sociedad que llevó a Chile las apenas nacientes tarjetas de crédito MasterCard y Visa.
Dentro de sus líneas de negocio también entró en el segmento inmobiliario, a través de la Constructora Aconcagua, principalmente.
Y no fue todo, según los registros de su trayectoria empresarial, también se interesó por los negocios de telecomunicaciones y medios. El canal ChileVisión, por ejemplo, fue de su propiedad; sin contar con que también invirtió en el decoprte, como accionista de la sociedad contralora del club deportivo Colo-Colo, entre otros.