El retrato en el que aparece el sector vivienda durante 2024 no está lleno de atractivos. Las ventas en lo corrido del año se asemejan a las que se tenían en 2012, lo que se llevó por delante los precios, causando grandes afectaciones a los que invirtieron en proyectos para apoyar la vieja tarea en Colombia de hacer propietarios a más ciudadanos. Pero, peor aún, arrastró consigo el empleo y, principalmente de mano de obra no calificada.
Durante la instalación del Congreso Colombiano de la Construcción, convocado cada año por el gremio Camacol, Guillermo Herrera, presidente de esa agremiación, puso el foco en lo que ha venido insistiendo desde hace algún tiempo: sin subsidios es complejo que la vivienda se mueva.
No en vano, según datos recopilados por Observadores Col, analistas de datos que, en este caso, se basaron en cifras de Coordenada Urbana, de Camacol, las ventas de vivienda en este año, con un acumulado de 66.620, con corte al primer semestre, serían las peores desde 2012.
Herrera, por su parte, señaló que la política de vivienda no ha logrado resolver el deterioro que viene desde 2022 y ha liderado la pérdida de empleos en el país.
Además, Herrera recordó que, justamente, hace un año, durante la anterior versión del Congreso de la construcción, el gobierno hizo anuncios claves para este renglón de la economía, pero no todos se han materializado y lo que reclama en este momento, en nombre de las constructoras, es “la reactivación del sector”.
Es más, de 18 propuestas solo se han cumplido 3, por lo que el líder del gremio constructor manifestó que a pesar de los múltiples llamados que han hecho y que han sido respondidos por el gobierno, la realidad es que no hay un plan de reactivación, enfatizó Herrera.
Las cifras son tosudas
Las ventas de vivienda en 2022 ascendieron a 133.280 unidades, lo que hace más visible la estrepitosa caída en este año, lo que se lleva de paso al empleo, pues esta rama de la economía pone al menos 1,5 millones de oportunidades laborales, dijo Herrera.
El presidente de Camacol recordó que se habló de mantener 50 mil subsidios del programa Mi casa ya, pero la cifra no pasaría más allá de los 20.000.
De igual manera, durante la instalación del congreso, se resaltó también el efecto de las 3 propuestas que si se materializaron. Una de ellas es la de la preasignación de subsidios de vivienda de interés prioritario, que, evidentemente ha estado en crecimiento, pero no ha logrado compensar la caída de indicadores en otras áreas de importancia significativa, como la vivienda VIS (Interés Social) y No VIS.