En cuatro meses ya son 609.000 los colombianos usuarios de Movistar que se benefician de la quinta generación de conectividad inalámbrica (5G), la cual promete un servicio de datos mucho más rápido y con menor latencia (tiempos de respuesta de la red).
Más de 1,3 millones de sus clientes ya cuentan con terminales con acceso a esta tecnología de última generación, conectados a 113 sitios 5G. Son muchas las bondades de la red 5G, entre ellas, el impulso y fortalecimiento de otras tecnologías, como el Internet de las Cosas (IoT), el Edge Computing y el procesamiento de datos, al reducir los tiempos de recolección de datos y aumentar su capacidad y velocidad de procesamiento.
Así mismo, la nueva tecnología permite el desarrollo de nuevos negocios al abrir oportunidades para soluciones en entretenimiento, gaming, turismo, smart cities, salud, educación y seguridad, fortaleciendo la transformación digital en diversos sectores.
“Solo Movistar unirá la fibra más rápida de Colombia con el poder de la tecnología móvil 5G”. Esta es la mirada que hace el CEO de Telefónica Movistar Colombia, Fabián Hernández, para quien la “llegada de la quinta generación de conectividad inalámbrica se convierte en una realidad que inaugura una era repleta de nuevas posibilidades para diversos sectores en Colombia”.
El camino para llegar a las 5G no fue fácil. Un gran paso fue la subasta que lideró el gobierno nacional de las 5G, la cual recaudó 1,37 billones de pesos entre los cuatro adjudicatarios, distribuidos en inversión directa y obligaciones de hacer.
Y entre las tareas de avance y despliegue de red, Movistar está trabajando en el cumplimiento de la hoja de ruta con los compromisos para los operadores, en un periodo de siete años para el despliegue de estaciones base.
“Para el primer año se espera que en Bogotá exista una estación base por cada 100.000 ciudadanos, y en capitales de departamento con más de 500.000 habitantes, una estación base por cada 100.000 ciudadanos. La meta para el séptimo año pide que Bogotá, capitales de departamento y ciudades de más de 200.000 habitantes tengan una estación base por cada 40.000 habitantes de estas obligaciones”, explica el CEO de Movistar.
Al día de hoy, Movistar ha desplegado 113 nodos en 12 ciudades del país: Barranquilla, Valledupar, Montería, Cartagena, Santa Marta, Cúcuta, Bucaramanga, Medellín, Ibagué, Bogotá, Villavicencio y Cali. El despliegue de 2024 debe alcanzar los 201 nodos y, para 2025, 78 nodos más. Es decir, que para el cierre de 2025 se debe cumplir con un mínimo de 279 nodos.
“Más que construcciones nuevas se trata de habilitar el 5G sobre las antenas que ya tenemos, que es lo que hemos venido haciendo, equipando los distintos sitios en las ciudades donde tenemos el despliegue ahora”, dice Hernández, de Telefónica en Colombia, cuya casa matriz cumple 100 años de operación en el mundo.
Las exigencias de la implementación de las 5G en Colombia llevaron a generar una alianza entre Movistar y Tigo que permite operar con más eficiencia sus redes móviles y el espectro que utilizan. Estas firmas destinarán más recursos a la ampliación de la cobertura, a optimizar la calidad de sus servicios y a cumplir con todas las obligaciones regulatorias en acceso, uso y explotación de infraestructura. “Ambas compañías seguirán operando de manera independiente en los mercados de telecomunicaciones móviles, y continuarán compitiendo por los clientes en el mercado”, explica Hernández.
Mantenerse actualizados conlleva hacer grandes inversiones. Solo en los últimos 16 años se han destinado 16,5 billones de pesos en infraestructura fija y móvil. En 2023, la inversión realizada fue de más de 1 billón de pesos, y para 2024, la inversión proyectada es de más de 2 billones de pesos, que en ambos casos suman Capex y la licencia de espectro.
Esta inversión incluye la instalación de fibra óptica, así como la modernización de las redes existentes, con el objetivo de adaptarse mejor a las nuevas tecnologías y responder a la creciente demanda en el uso de datos.
Resalta Hernández que Telefónica Movistar ha sido determinante en el desarrollo de la infraestructura de conectividad en el país, contribuyendo a la digitalización con una conectividad robusta. Adicionalmente, genera más de 21.000 empleos, cerca de 5.000 de ellos directos en Colombia.
Al tiempo que enfrentan el gran reto de la implementación de las 5G, la mayoría de los operadores capotean las medidas regulatorias emanadas desde la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC) que han generado polémica por temas como la posición dominante del mercado.
“En el sector Telco en Colombia todas las compañías atravesamos retos financieros importantes, excepto una empresa. Hemos visto la reciente capitalización de Tigo y la solicitud de reorganización empresarial de WOM. Esta situación nos ha llevado a trabajar con modelos alternativos de compartición de infraestructura, como el caso de la red de fibra óptica con KKR y el acuerdo marco que tenemos con Tigo para desarrollar una red unificada de acceso móvil en Colombia”, explica Hernández.
Considera que es fundamental que la industria sea sana y que las empresas sean sostenibles en el tiempo, para que los clientes tengan más alternativas y puedan optar por diversos servicios. “La cantidad de competidores no es una manera adecuada de medir que el sector es sano. Esta es una actividad que requiere una gran escala para tener una rentabilidad saludable para el operador. Por ello, valoramos de forma muy positiva que la CRC haya publicado una nueva consulta para tomar medidas en voz y datos móviles, donde hay un agente con posición dominante que genera distorsiones en la competencia”, enfatizó.
Y dentro de este escenario, sigue viendo oportunidades como el crecimiento en el mercado de Banda Ancha Fija, apalancado en la red que denomina la más grande del país. Movistar ya tiene acceso a más de 5 millones de hogares en 69 municipios, y 9 de cada 10 clientes de banda ancha se conectan por la fibra Movistar. “Aún tenemos un espacio importante para crecer en el negocio fijo, llegando a todos los segmentos de la población”, dice Hernández.
El mercado se enfrenta a un escenario difícil. En los últimos años, los ingresos promedio por usuario (Arpu, por su sigla en inglés) han caído. Prueba de ello es que, desde 2020 a 2023, estos ingresos se han reducido 20 %. Así mismo, desde 2020 el sector ha tenido tendencias deflacionarias, con tasas de crecimiento de precios negativas o constantes. “Esto implica, que los actores del mercado de comunicaciones se enfrenten a grandes retos, sobre todo, en un contexto bajo el despliegue nuevas tecnologías como 5G, que exigen altas inversiones por parte de los operadores”, señala Hernández.
En ese sentido, desde Telefónica Movistar plantean que, dado el estado actual del mercado y las responsabilidades que tienen los operadores sobre el cierre de la brecha digital en Colombia, es necesario iniciar la discusión sobre la sostenibilidad de la industria.