Nada más complejo que la tarea del Banco de la República, porque tiene que subir las tasas para frenar la escalada de la inflación, pero eso lleva a que la gente no pueda consumir lo suficiente ni la inversión se pueda realizar, lo que finalmente le cobra factura a la economía (se cae) como ha ocurrido en Colombia.
Las decisiones de la junta del Banco de la República parecen, en todo momento, que están en función de aplicar su política monetaria, para no dejar que la inflación se dispare y desborde los precios, agobiando así a los hogares colombianos.
En particular, los últimos dos años han sido complejos y ahora, Leonardo Villar, durante la 58 convención bancaria que se realiza en Cartagena, dijo que la única manera de tener tasas de interés bajas es que la inflación esté también a la baja. Esa circunstancia, en la práctica, resulta preocupante, puesto que el Fenómeno de la Niña, que llegó a Colombia hace un par de meses -aunque con intermitencia- ya ha causado impacto sobre los cultivos y podría afectar los precios de los alimentos, ayudando así a que la inflación vuelva a asustar.
Podrían subir precios de los alimentos
Si bien los analistas no esperan una nueva escalada alcista de la inflación, sí podría detenerse la racha de reducciones que se han tenido hasta ahora y que llevan más de un año. De hecho, ya en abril, según mencionó Villar, pese a que los precios relativos de los alimentos han empezado a ajustarse a la baja, “en abril y quizás en mayo, ese fenómeno pudo haberse frenado por el impacto rezagado de la sequía asociada con el fenómeno de El Niño”.
Hay que recordar que, en junio, durante la reunión de la junta directiva del Banco de la República, si habrá decisión, de acuerdo con el cronograma establecido por el Emisor.
Es contractivo
En la intervención de Villar reconoció que en el Emisor han tenido una posición contractiva y que “la tasa de interés actual es ciertamente alta”. No hay que olvidar que el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, ha sido insistente para que se bajen más rápido las tasas de interés. “En la Junta Directiva del Banco de la República hay consenso sobre los beneficios que tendría contar con unas tasas de interés más bajas en la economía colombiana vis-a-vis las que hoy estamos observando”.
La factura ha sido para todos
Villar recordó que el sector financiero, al igual que todos los demás, “ha tenido que pagar un costo importante en el proceso de ajuste reciente. La política monetaria restrictiva implicó aumentos importantes en los costos de fondeo y aumentos en las 9 tasas de interés de los créditos para los clientes”.
El gerente del Banco de la República se refirió también al fuerte deterioro en los indicadores de cartera en riesgo y cartera vencida, lo que “ha generando mayores gastos en provisiones y castigos de cartera, que han implicado pérdidas importantes para un número considerable de intermediarios”.
Aún así, “el sistema de establecimientos de crédito en su conjunto continúa generando tasas de rentabilidad positivas y que incluso las entidades que han tenido pérdidas mantienen indicadores de solvencia muy por encima de los mínimos requeridos por la regulación. Tras un proceso de ajuste muy fuerte y ciertamente doloroso, el sistema financiero se mantiene absolutamente sólido y en condiciones para retomar un crecimiento sano y sostenible de cara al futuro”.