Según datos recientes del Dane, que fueron analizados por Anif, las labores de trabajo no remunerado, como el trabajo doméstico y de cuidado, siguen siendo predominantemente responsabilidad de las mujeres en Colombia. La Encuesta Nacional de Uso del Tiempo revela que, en promedio, las mujeres dedican más del doble de tiempo a estas actividades en comparación con los hombres: 7,7 horas frente a 3,1 horas semanales El estudio afirma que este desbalance permite que los hombres dispongan de más tiempo para actividades generadoras de ingresos.

El Centro de Estudios Económicos (ANIF), explica las cifras resultantes de la Encuesta Nacional de Uso del Cuidado, realizada por el DANE ENTRE 2020 Y 2021 | Foto: ANIF

El Sistema de Cuentas Nacionales (SCN) del DANE, que analiza la economía desde una perspectiva estructural, no incluye dentro de la frontera de producción los servicios de autoconsumo como el trabajo doméstico y de cuidado. No obstante, la Encuesta Satélite de Economía del Cuidado (CSEC) , perteneciente al DANE, complementa esta información estimando la contribución de estas actividades al desarrollo económico del país.

En 2023, la CSEC reveló que el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado representó el 43 % de los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, con una abrumadora participación femenina del 80 %. Esta desigualdad de género se refleja también en los trabajos dentro de la frontera de producción del SCN, en donde se incluyen todas las actividades económicas que están oficialmente reconocidas y contabilizadas. Allí los hombres ocupan el 62 % de los puestos, mientras que las mujeres representan el 38 %.

Al revisar los resultados, en cuanto al posicionamiento ocupacional, los trabajadores dentro de la frontera de producción (TSCN) se dividen en dos grupos: asalariados e independientes. Los asalariados representaron el 53 % de los empleados activos en esta modalidad, mientras que los independientes el 47 %. A pesar de que las cifras no son distantes, al hacer un análisis de género, se ve que, dentro del grupo de los asalariados, solo 2 de 5 son mujeres. Ahora, en cuanto a las cifras sobre el Trabajo Doméstico y de Cuidados No Remunerado (TDCNR), las mujeres superan en cuatro veces el número de puestos ocupados por los hombres. La flexibilidad en el horario y la disponibilidad de tiempo parece que son las razones más comunes por las cuales las mujeres eligen esta modalidad laboral.

Este panorama muestra la necesidad urgente de redistribuir equitativamente las responsabilidades de trabajo no remunerado entre géneros. Al hacerlo, se podría liberar más tiempo para que las mujeres participen en el trabajo remunerado, contribuyendo así a una mayor generación de ingresos y a la reducción de la brecha de género en el mercado laboral. Los datos detallados de la CSEC para 2023 reafirman la importancia de implementar políticas públicas que promuevan una distribución más justa del trabajo doméstico y de cuidado, avanzando hacia una sociedad más equitativa y sostenible en Colombia.

José Ignacio López, presidente de Anif | Foto: GUILLERMO TORRES

Además de las cifras, es crucial considerar cómo estas dinámicas afectan a nivel social y económico. Según la encuesta, el trabajo no remunerado realizado por las mujeres sostiene la estructura familiar y social, permitiendo que otros miembros de la familia, en su mayoría hombres, puedan dedicar más tiempo y energía a actividades económicas que generen ingresos formales. Esto crea un ciclo que refuerza las disparidades de género en el acceso y control de recursos económicos y oportunidades laborales.

En los últimos años, Colombia ha enfrentado persistentes desigualdades de género en cuanto al trabajo no remunerado. Según datos del Dane, en 2021 las mujeres dedicaban en promedio 7,7 horas semanales a labores como el trabajo doméstico y de cuidado, mientras que los hombres apenas 2,9 horas. Esta disparidad se intensificó para 2023. Este incremento refleja un continuo desequilibrio en la distribución de responsabilidades, limitando el tiempo disponible para las mujeres en actividades remuneradas y perpetuando brechas económicas de género en el país.

Los datos recientes de la CSEC del DANE exponen una realidad persistente: las labores de trabajo no remunerado, como el trabajo doméstico y de cuidado, continúan siendo una carga desproporcionada sobre las mujeres y los trabajadores independientes en Colombia. Esta situación, aunque crucial para la economía, revela profundas inequidades de género. Equilibrar estas responsabilidades es esencial para promover una sociedad más justa y sostenible, donde todas las personas tengan igualdad de oportunidades para contribuir a un mejor desarrollo económico y social en Colombia