En septiembre de 2024, al país llegaron 1.037,32 millones de dólares en remesas, convirtiéndose en el nivel más alto en la historia del país en un mes. Ya desde junio, se había superado la barrera de los 1.000 millones de dólares mensuales en envíos de colombianos que viven por fuera del país a sus familias, y julio y agosto habían mantenido esa tendencia.
En los primeros nueve meses de este año, las remesas sumaron 8.680,23 millones de dólares frente a 7.404,22 millones del mismo periodo de 2023. Para el año pasado, las remesas totalizaron 10.091 millones de dólares, un crecimiento del 7 por ciento anual respecto a los 9.428 millones de dólares que ingresaron en 2022, y han continuado sosteniendo una participación alta del Producto Interno Bruto (PIB) y, precisamente, su papel protagónico ha venido en aumento: como porcentaje del PIB, las remesas recibidas pasaron de un promedio de 1,91 por ciento entre 2015 y 2019, a 2,7 por ciento y 2,74 por ciento en 2021 y 2022, respectivamente.
El informe Evolución reciente de los ingresos externos de remesas hacia Colombia, del Banco de la República señala que estos ingresos han venido aumentando en los últimos años a tasas superiores al crecimiento de la actividad económica, lo que ha llevado a que su proporción con respecto al producto interno bruto (PIB) alcance un máximo histórico de 2,8% en 2024, cuando hace una década apenas representaban el 1,1% del PIB.
“Luego de la contracción de 3% que experimentaron las remesas en el año 2020 por efectos de la crisis económica mundial derivada de la pandemia, en 2021 estas tuvieron un notable repunte al alcanzar un crecimiento de 24%, debido en buena medida a las ayudas que los gobiernos donde residen los emigrantes ofrecieron a los hogares para sortear la crisis. Posteriormente, continuaron creciendo a una tasa promedio anual cercana al 10%, y en el 2023, las remesas que recibió el país superaron por primera vez los 10.000 millones de dólares”, agrega el análisis del Emisor.
Según el informe, el crecimiento sostenido de las remesas de trabajadores hacia Colombia las ha convertido en un apoyo cada vez más importante de las familias colombianas al alcanzar en 2023 el 3,6% del ingreso disponible y el 3,9% del consumo de los hogares. “Esta ayuda cobra especial importancia porque se trata de un ingreso que no está sujeto a los vaivenes de la economía local, lo que en muchas ocasiones les permite a los hogares amortiguar dificultades ante situaciones de desempleo u otras contingencias. Además de contribuir al sostenimiento del hogar, las remesas se destinan a propósitos importantes tales como la educación de los hijos o la inversión en vivienda, ya sea para uso de la familia o para generar un ingreso adicional al hogar del migrante”.
En junio de 2024, las remesas superaron por primera vez mil millones de dólares mensuales. Ello a su vez ha incidido en un fuerte incremento del número de personas que están recibiendo estas ayudas en Colombia: de algo menos de un millón de personas en 2016, esta cifra ascendió a 2,1 millones de colombianos en junio de 2024, señala el informe del Banco de la República.
El incremento en las remesas coincide con el crecimiento en el proceso migratorio y la vinculación estrecha de quienes viajan con sus familias en el país. Según el Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac), el año 2023 reflejó la segunda cifra más alta de la historia reciente de colombianos que salieron del país para no volver. Fueron 446.000 personas, dato solo superado por el registrado en 2022, cuando llegó a 547.000.
El informe del Banco de la República detalla que los colombianos que han salido del país se localizan principalmente en los Estados Unidos y en España. Explica que, en el año 2020, de acuerdo con cifras de Naciones Unidas, el 45% de la población colombiana residente en el exterior (sin incluir los colombianos que vivían en Venezuela) se ubicaba en los Estados Unidos y el 25% en España. “De allí la relevancia de tratar de ilustrar la situación económica de la población colombiana en esos países, puesto que además del número de emigrantes propiamente dicho, las remesas también dependen de sus ingresos, las ocupaciones que desempeñan y las oportunidades de encontrar trabajo en los países receptores”, añade.
Incluso, el análisis va más allá y describe la ocupación laboral de los colombianos residentes en los Estados Unidos y explica que los trabajos en actividades relacionadas con servicios (que incluyen “ventas y oficina”) es significativa y supera la del promedio de todos los migrantes: mientras los migrantes colombianos empleados como porcentaje de la fuerza laboral en Estados Unidos en “ventas y oficina” es del 18%, el resto de los migrantes es de 15%; en “construcción y recursos naturales”, los colombianos representan 24% y mientras que los otros migrantes es el 27%; y la proporción es la misma (37%) en “administración, negocios, ciencias y artes”. Una de las conclusiones del informe del Banco de la República establece que esto representa un beneficio importante para los migrantes colombianos en ese país, si se tiene en cuenta que el sector servicios genera más del 75% del PIB de los Estados Unidos y que la tasa de desempleo en ese sector es inferior a la que se registra para el total nacional. “Ello incrementa las oportunidades de encontrar trabajo para esta población”, asegura el estudio.
El otro destino clave para los migrantes colombianos es España. Allí, dice el análisis del Emisor, el indicador de ingresos laborales reales ha venido aumentando en el transcurso de la última década, y su tendencia positiva se ha acentuado desde inicios de 2022. Además, la tasa de desempleo ponderada por las comunidades autónomas en donde más residen los colombianos, como lo son Madrid y Cataluña, son menores que el promedio nacional. “Lo anterior representa un beneficio adicional para la población colombiana residente en ese país, en términos de una mayor probabilidad de obtener un trabajo bien remunerado”, dice el informe.
Para los investigadores del Banco de la República, se estima que el valor mensual promedio en dólares corrientes de la remesa por receptor se ha mantenido cercana a su monto histórico, oscilando entre los 470 y los 506 dólares mensuales. Además, el reciente crecimiento de las remesas no ha sido exclusivo de Colombia, se ha registrado en forma generalizada en la región y, de hecho, en algunos países su dinámica ha sido mayor. “Comparado con su nivel previo a la pandemia, las remesas en Colombia crecieron un 42%, mientras que en América Latina y el Caribe aumentaron un 61%. Los crecimientos de las remesas a México (66%), Ecuador (59%) y El Salvador (44%) fueron más altos que el de las dirigidas a Colombia”, advierte el análisis del Banco de la República.
De acuerdo con Andrés Felipe Medina, de BBVA Research, los ingresos por remesas en 2023 representaron el 65 por ciento de los ingresos obtenidos por exportación de petróleo y derivados, la quinta parte del total de las exportaciones de bienes y fueron suficientes para financiar más que proporcionalmente el déficit comercial de bienes.
Cálculos de Corficolombiana establecen que el ingreso total por remesas está beneficiando casi en un 50 por ciento al quintil de menores ingresos en la población. A su juicio, para 2024, las remesas se mantendrán constantes en niveles cercanos a los 12.300 millones de dólares en este año consolidado.