Información actualizada: 

La adjudicación de la primera línea del metro de Bogotá está prevista para el próximo 21 de octubre, y desde ya se convirtió en un duelo entre magnates del sector de infraestructura a nivel global. No es para menos: se trata de la obra más ambiciosa en la historia del país, cuyo costo supera los 11 billones de pesos. Los cinco consorcios que compiten por construir este megaproyecto involucran algunas de las compañías más reconocidas en el mundo por la construcción de metros. Y a los dueños de las fortunas más grandes en países como México y España, así como al poderoso gobierno chino. El 24 de septiembre el Distrito recibirá las ofertas de los cinco consorcios. La adjudicación está prevista para el 21 de octubre, cuando la ciudad sabrá quién ganó la batalla por construir y operar por 20 años el anhelado proyecto de movilidad. Le recomendamos: ¿Por qué el metro es tan importante en las elecciones de Bogotá? El país tiene los ojos puestos en esta obra y todos claman porque quede en las mejores manos, luego de los recientes escándalos de corrupción en obras de infraestructura. Sin embargo, hay que tener en cuenta que ni la chequera más abultada del mundo puede garantizar el éxito de una obra de estas complejidades y características. ¿Quiénes son los empresarios detrás de la licitación del metro de Bogotá?

Carlos Slim. Consorcio Metro de Bogotá 1. Integran el primer consorcio la constructora FCC, Carso y la Promotora de Desarrollo de América Latina, todas empresas de propiedad o con participación de Carlos Slim. Se trata del hombre más rico de México y el quinto en el mundo, con una fortuna cercana a 64.000 millones de dólares, según Forbes. El ingeniero conocido en el país por ser el dueño de Claro (América Móvil), también posee el Grupo Carso, un gigantesco conglomerado con intereses en el sector comercial, industrial, energía e infraestructura y construcción. Los ojos del país están puestos en esta megaobra. Todos claman porque quede en las mejores manos, para recuperar la confianza. FCC es una empresa de origen español que Slim le compró a la familia Koplowitz. Participó en la construcción de el metro de Lima; la línea 2 del de Panamá; el de Ryad en Arabia Saudita; el de Doha en Qatar, y la línea 5 en Bucarest. Gestiona actualmente líneas de metro de Barcelona y de tranvías de la Ciudad Condal y Zaragoza. En Colombia construye el Túnel del Toyo y la Planta de El Salitre. Le puede interesar: Metro de Bogotá: $8 billones irrigarán la economía local En este llamado Consorcio Metro de Bogotá también participan la francesa Alstom, que se encargaría de suministrar el material rodante y las vías férreas, y Ferrocarril Metropolita de Barcelona, que lo operaría junto con Metro de Medellín, la cuota colombiana. Slim ha armado un poderoso consorcio. Luego de que el Gobierno mexicano canceló la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional en Texcoco, el magnate parece dispuesto a jugársela toda por el metro de Bogotá.

David Martínez, Apca Metro Capital 2. Apca Metro Capital abarca a la mexicana ICA, Power China, Strukton y la alemana Siemens. En este consorcio participa el polémico empresario mexicano David Martínez Guzmán, uno de los más influyentes de Wall Street. Hizo su fortuna por medio de Fintech Advisory, un fondo de inversión dedicado a comprar deuda soberana de países en apuros y a rescatar compañías en problemas. En 2016 este fondo sacó de sus graves problemas financieros a la que fue la constructora más grande de México. Se trata de ICA, una compañía de la familia Quintana, que desarrolló y construyó cinco líneas del metro de la Ciudad de México. Lea también: Las cuestionadas empresas que aspiran a construir el metro de Bogotá Martínez tenía un patrimonio neto de 2.400 millones de dólares a diciembre de 2016, según el índice de multimillonarios de Bloomberg, lo que lo hace uno de los mexicanos más ricos. Su perfil discreto le ha valido apelativos como el “inversor fantasma” o “el otro Slim”, pues invirtió mediante otros fondos en empresas de telecomunicaciones en Argentina. Lo hancuestionado por invertir en fondos buitre en Venezuela y por tener tratos con venezolanos sancionados por Estados Unidos. Este consorcio participó en un metro elevado en India, los ferrocarriles de Venezuela y el metro de Dubái.

Ling Chong, empresa china Chec 3. Apca Transmimetor. Además de los multimillonarios mexicanos, en la competencia por el proyecto capitalino también está el poderoso Gobierno chino, liderado por su presidente, Xi Jinping. Y los chinos están acostumbrados a competir fuerte como lo demuestra la guerra comercial con Trump. En este consorcio están los gigantes China Harbour Engineering Company (CHEC) y Xi‘an Metro; junto con subcontratistas de Brasil y España en el Consorcio Apca Transmimetro. CHEC es una empresa estatal china filial de China Communications Construction Company Ltd (CCCC), una de las compañías más grandes del mundo, incluida en la lista Fortune Global 500 en el puesto 165. Según la Asociación Empresarial Colombo China (AECC), CHEC opera en más de 80 países donde ejecuta proyectos por el orden de los 10.000 millones de dólares. En la región tienen una presencia fuerte en Panamá, particularmente en la construcción de muelles y puertos. Entre su experiencia está la obra de un metro urbano en su país.

José Manuel Entrecanales, Consorcio Sunrise 4. Consorcio Sunrise. Lo integranAccina Construcción de España, Impregilo de Holanda y el grupo Hitachi. La familia Entrecanales controla Acciona, compañía de construcción, infraestructura y energías renovables y una de las más grandes en la Bolsa de España, con un valor superior a los 5.700 millones de euros. Son dueños de alrededor del 60 por ciento a través de las dos ramas de la familia: los Entrecanales Domecq y los Entrecanales Franco. En 2018 se cumplió una década de muerto el patriarca, José Manuel Entrecanales Azcárate, y hoy preside la firma José Manuel Entrecanales quien controla su parte en el capital por medio de Lizard Global. Acciona es dueña de Bestinver Gestión, una gestora de fondos que invierte un patrimonio de 4.000 millones, el 10 por ciento de la renta variable que se mueve en España. Puede leer: ¿Se puede retroceder la licitación del metro de Bogotá? Esa empresa tiene experiencia en Colombia pues construyó el metro de Medellín y ha hecho grandes centrales hidroeléctricas como El Guavio, Santa Rita y Río Grande II. También participó de la construcción del metro de Quito, en Ecuador, y el de Dubái, en Emiratos Árabes Unidos.

Demetrio Carceller Arce, Consorcio Unión Metro Capital 5. Unión Metro Capital, conformado por la española Sacyr, la francesa fabricante de trenes CAF, Stoa de Colombia y la coreana Hyundai. En este grupo se destaca Demetrio Carceller Arce, quien preside Damm y Disa y es vicepresidente de Sacyr y de Ebro Foods. El diario madrileño El Mundo lo considera uno de los hombres más ricos de España con un patrimonio neto cercano a los 1.770 millones de euros en 2019. Pertenece a una tradicional familia dueña de la petrolera Disa, el cuarto distribuidor de hidrocarburos en España. Disa Corporación, de propiedad de varias familias catalanas, tiene sede en Canarias y sigue creciendo gracias al suministro de gas, petróleo y energía eólica, su red de 386 gasolineras en propiedad y sus inversiones financieras. El grupo facturó 2.346 millones en 2017. La familia también tiene una participación mayoritaria en la cervecera Damm. CAF, por su parte, participó en la construcción del sistema de ferrocarriles suburbanos de México, los metros de Helsinki y Santiago de Chile, un tren de alta velocidad en España y dos más en Sao Paulo y Fortaleza, Brasil. Sacyr está renovando el ferrocarril central en Uruguay. Más allá del ‘duelo de fortunas’ entre quienes buscan quedarse con la construcción del metro de Bogotá, el punto clave está en garantizar que haya buenos diseños que eviten zonas grises y un proceso de construcción y operación correctos. Para que en Colombia los ciudadanos vuelvan a confiar en las grandes obras de infraestructura.